Con una técnica desarrollada en la UNAM cultivan la epidermis y dermis para implantarla después en personas con quemaduras de tercer grado, y en el caso de úlceras por diabetes evitar amputaciones.
Como el tejido se obtiene del paciente no hay una respuesta inmunológica de rechazo.
Un centímetro de piel es suficiente para que una persona que sufrió quemaduras de tercer grado o que padece úlceras necrosadas a causa de la diabetes pueda recuperar su propio tejido cutáneo, sin recurrir a los injertos cadavéricos o comerciales que son de corta duración.
Se trata de una técnica basada en el cultivo celular de epidermis y dermis, que lleva alrededor de 20 a 25 días, para obtener 2 metros de piel y salvar la vida de alguien con quemaduras de tercer grado, y en el caso de úlceras por diabetes evitar amputaciones, explica el Dr. Andrés Castell, jefe del Departamento de Biología Celular y Tisular de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Se hace una pequeña biopsia y se separan dos tipos de células, las epiteliales, que forman la epidermis, y las de la dermis, que son los fibroblastos. Una vez que se aislan las células, la hacen crecer en laboratorio, detalla el Dr. Castell mencionando que la UNAM es la única que fabrica piel en el país y la distribuye al sector Salud, como el Hospital Gea González, el Instituto Nacional de Rehabilitación y otros centros del ISSSTE y del IMSS.
El especialista comentó que aunque ya se había hecho el anuncio de la investigación, fue hasta finales de 2011 cuando se hizo el protocolo en el Hospital Gea González con 36 humanos: a la mitad se le puso implantes comerciales y al resto se le cultivó su piel y se le colocó como si fueran parches sobre las úlceras vasculares. Una persona con úlceras vasculares es propensa a que con un mínimo golpe sufra heridas que pueden hacerse más grandes, que llegan a cerrar en meses o años.
Aunque en este estudio cuatro personas abandonaron el tratamiento, uno de los resultados preliminares es que a los pacientes a los que se les cultivó su piel presentaron mayor adherencia y cicatrización natural.
Los pacientes acuden cada ocho días al médico para someterse a un proceso de desinfección en las áreas cubiertas con ese tipo de dermis, la piel que fabricamos permite una curación y cierre más rápidos de las heridas, hay mayor revascularización lo que disminuye el dolor y los costos son muy bajos, comenta el Dr. Castell.
Se hicieron estudios de fabricación de piel en personas quemadas y lo que se detectó es que, aun cuando no es una piel perfecta al no tener glándulas sudoríparas, folículos, ni color, la intención es fabricarla rápidamente para salvar la vida del paciente.
Se comprobó que un niño completamente quemado tiene la capacidad de aceptar su tejido cultivado y una vez que crece la piel se estirará sin problemas.
En el caso de los diabéticos se comprobó que es posible evitar la amputación de una o ambas extremidades.