Todos, hemos tenido días en que no hay tiempo para comer o comemos los alimentos sin disfrutar su sabor.
Científicos en el Reino Unido encabezados por el Dr. Sudhesh Kumar están cuestionando si acaso esta rapidez con que se come en la agitada vida moderna está contribuyendo a la epidemia de obesidad que enfrenta el mundo.
Ése es el planteamiento que se está investigando en el laboratorio de gordura más avanzado de Europa, una unidad de alta tecnología para investigar la obesidad en el Hospital Universitario de Coventry y la Universidad de Warwick, en Inglaterra.
Los científicos esperan que con su «calorímetro de cuerpo completo», en la Unidad de Investigación Metabólica Humana, obtener un mejor entendimiento de cómo el alimento, el ejercicio, las medicinas y el sueño afectan nuestro peso corporal.
Y uno de los primeros experimentos que llevan a cabo es sobre la velocidad con que comemos, la forma como esta rapidez cambia el apetito y la tasa con la cual se quema energía.
Una de las doce pacientes que forman parte en el estudio es Helga Perry, quien pasó tres días en el laboratorio, en una cámara hermética capaz de llevar a cabo cálculos muy precisos de la cantidad de energía que su cuerpo está quemando.
En el primer día del experimento, Helga comió un almuerzo en 10 minutos, en el segundo día se le dieron 20 minutos y en el tercero tuvo 40 minutos para comer sus alimentos.
Los investigadores controlaron el tiempo dividiendo su sándwich y yogur en pequeñas porciones, las cuales se le dieron en intervalos de cinco minutos.
Al final del día se analizaron sus niveles de apetito ofreciéndole una selección de alimentos donde comio todo lo que quiso.
Estudios previos sugieren que comer más lentamente puede ayudar a quitar el apetito y disminuir el riesgo de desarrollar diabetes.
Los investigadores del Hospital Universitario de Coventry desean ahora ver si pueden llegar a la misma conclusión en este ensayo clínico más cuidadosamente controlado.
El Dr. Kumar explica que el experimento puede ofrecer información científica valiosa sobre la obesidad. Los científicos investigan si comer más lentamente es la solución al problema de obesidad.
La Sra. Perry comenta que por lo general engulle los alimentos, y que ahora por primera vez sintió que estaba degustando apropiadamente su almuerzo.
Los investigadores esperan obtener resultados en algunos meses, pero eventualmente desean ofrecer algunas respuestas a la gran cantidad de preguntas sobre las causas de la epidemia de obesidad que esta afectado al mundo.