Los teléfonos celulares no incrementan el riesgo de cáncer, según indica un gran estudio que incluyó a más de 350.000 personas y que fue difundido hoy por investigadores daneses.
Los resultados, publicados en la edición online de British Medical Journal, concuerdan con una serie de otros estudios que llegaron a conclusiones similares.
Los científicos del Instituto de Epidemiología del Cánceren Copenhague siguieron a gente de al menos 30 años que se suscribió a contratos de telefonía móvil y compararon sus tasas de tumores cerebrales con los no abonados entre 1990 y el 2007.
Expertos externos dijeron que la gran escala de la prueba era impresionante. «Este estudio respalda la mayoría de otros informes que no encuentran ningún efecto perjudicial por el uso del teléfono en exposiciones normales», dijo Malcolm Sperrin, director de física médica del Hospital Royal Berkshire británico y miembro del Instituto de Física e Ingeniería en Medicina.
A finales de mayo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud decidió que el uso de teléfonos móviles debería ser clasificado como «posiblemente carcinógeno para los seres humanos», poniéndolo así en la misma categoría que el plomo, el cloroformo y el café.
Sin embargo, apenas un mes más tarde, el comité sobre epidemiología de la Comisión Internacional sobre Protección contra las Radiaciones No-Ionizantes dijo que la evidencia científica apuntaba cada vez más a alejar cualquier vínculo entre el uso de teléfonos móviles y los tumores cerebrales.
El número de teléfonos celulares creció enormemente desde la década de 1980, con unos 5.000 millones de aparatos en uso hoy en día, lo que ha llevado a un largo debate sobre su posible vínculo con los principales tipos de tumores cerebrales, el glioma y meningioma.