La hormona del crecimiento es una sustancia que regula el metabolismo y el crecimiento del cuerpo. La glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, es la responsable de la producción de hormona de crecimiento.
La hormona de crecimiento ayuda a los niños a aumentar de estatura, incrementa la masa muscular y disminuye la grasa corporal.
Tanto en niños como en adultos, la hormona de crecimiento ayuda a controlar el metabolismo del cuerpo, que es el proceso por el cual las células convierten la comida en energía y producen otras sustancias que el cuerpo necesita.
Si un niño o un adulto tiene demasiada hormona de crecimiento o ésta se produce en cantidad insuficiente, puede presentar problemas de salud.
La deficiencia de hormona del crecimiento puede tratarse mediante la administración de hormona de crecimiento sintética, pero tiene indicaciones médicas precisas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos(Food and Drug Administration o FDA) de Estados Unidos ha aprobado el tratamiento con hormona de crecimiento para enfermedades específicas.
En niños, la hormona de crecimiento se usa para tratar la deficiencia de la misma, la talla baja (si el niño es más bajo que otros de la misma edad), o enfermedades renales, el síndrome de Turner y el síndrome de Prader-Willi.
En adultos, la hormona de crecimiento se usa para tratar su deficiencia, la pérdida de masa muscular en pacientes con SIDA y el síndrome de intestino corto.
Se ha estudiado los efectos de la hormona de crecimiento en adultos sanos y los resultados no han sido concluyentes. Algunos estudios a corto plazo descubrieron que los adultos mayores desarrollaron musculatura, perdieron grasa corporal y aumentaron su resistencia y fuerza física. Pero otros estudios no mostraron beneficios similares. Se requieren más estudios para comprender plenamente los beneficios y riesgos del uso de la hormona de crecimiento en adultos sanos.
Además de su uso en la investigación, consumir hormona de crecimiento para usos no regulados es ilegal en Estados Unidos. Los adultos pueden mejorar su salud, estructura corporal, fuerza física y resistencia con una dieta saludable y ejercicio con regularidad.
La gente a veces toma hormona de crecimiento en forma ilegal para detener o revertir los efectos del envejecimiento o para mejorar el desempeño atlético, sin embargo esto conlleva riesgos para la salud.
Los efectos del abuso de la hormona de crecimiento pueden ser serios. Los efectos secundarios del uso a corto plazo son dolores en las articulaciones, dolores musculares, retención de líquidos e hinchazón en las articulaciones. Las dosis altas de hormona de crecimiento alargo plazo pueden provocar enfermedades cardiacas. Además si se administra hormona de crecimiento procedente de cadáveres humanos, se corre el riesgo de desarrollar una enfermedad similar al síndrome de las vacas locas, conocida como la enfermedad de Creutzfeldt- Jakob, que es mortal.