El defecar estando sentado en un escusado convencional contribuye al desarrollo de hemorroides. Existen inodoros que permiten estar en cuclillas al defecar.
Poco antes de Navidad en 1978, el líder del mundo libre se presentó con un caso severo de hemorroides. El dolor era tan molesto que el presidente Carter tuvo que tomar un día libre de trabajo. Unas semanas más tarde, la revista Time preguntó a un proctólogo llamado Michael Freilich explicar cual era la dolencia del presidente. Este respondio «Los humanos NO estamos destinados a sentarnos en retretes», dijo, «estamos destinados a permanecer en cuclillas en el campo.»
Michael Freilich no es el primer médico para sugerir que el sentarse en los inodoros, podría ser perjudicial. En la década de los 60 y 70, la idea era relativamente común. Según Bockus de Gastroenterología, un texto médico estándar a partir de 1964, «la postura ideal para defecar es en cuclillas, con los muslos fijos en el abdomen».
Revisemos la mecánica de ir al baño. La gente puede controlar su defecación, en cierta medida, mediante la contracción o la relajación del esfínter anal. Pero el músculo no puede mantener la continencia por sí solo. El cuerpo también se basa en una curva entre el recto, donde las heces se acumulan y el ano, donde el excremento sale. Cuando estamos de pie, la medida de esta curva, llamada el ángulo anorrectal, es de unos 90 grados, lo que pone presión al alza sobre el recto y mantiene las heces en su interior. En una postura en cuclillas, la curva se endereza, como una torcedura rodeada de una manguera de jardín, y la defecación se vuelve más fácil.
Los defensores de la postura en cuclillas argumentan que los inodoros convencionales producen un ángulo anorrectal que es poco adecuado para la defecación. En cuclillas, dicen, podemos lograr «evacuación completa».
Las hemorroides pueden ser propiciadas por el embarazo, la obesidad y recibir sexo anal. Pero la causa principal es el esfuerzo en el movimiento intestinal. El esfuerzo aumenta la presión en el abdomen, causando que las venas del ano se inflamen. En los pacientes con hemorroides, esas venas permanecen inflamadas y en ocasiones sangran. En teoría, el defecar en cuclillas podría contribuir a prevenir la aparición de hemorroides, haciendo más fácil la defecación, la reducción de la necesidad de la tensión y la disminución de la presión abdominal.