Una de las Enfermedades de Transmisión sexual más comunes es la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) que se caracteriza por la aparición de verrugas genitales o bien por cambios celulares en el pene, la vagina o el cuello de la matriz, dependiendo del tipo de VPH. Las verrugas por VPH son protuberancias húmedas de color carne, que aparecen solas o en racimos, en la punta del pene, en el ano, vulva, uretra, vagina y el cuello uterino.
Las verrugas genitales son ocasionadas por algunos de los tipos del Virus del Papiloma Humano, en especial los conocidos como el 6 y el 11, los cuales se contagian por la vía sexual al momento de tener contacto con estas protuberancias o con zonas cercanas a ellas. Generalmente no se acompañan de síntomas.
Los ginecólogos explican que entre los principales factores de riesgo para contagiarse de las verrugas genitales se encuentran el iniciar la vida sexual a edad temprana y el tener múltiples parejas sexuales.
El Virus del Papiloma Humano es incurable, sin embargo las verrugas pueden eliminarse mediante tratamientos como la criocirugía, electrocauterización o la extirpación quirúrgica. Por tratarse de un padecimiento que no tiene cura y por lo tanto la persona enferma puede contagiar en cualquier momento a una pareja, se recomienda utilizar siempre preservativo. Es importante señalar que esto no protege de un contagio al 100% ya que este puede ocurrir con tan sólo tocar una zona afectada alrededor de los genitales.
Los tipos de VPH 16 y 18, predisponen al desarrollo de cáncer, principalmente de cuello de la matriz (cérvico-uterino), de vagina, de vulva y de pene.
Por fortuna, hoy en día existe una vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, que puede prevenir el contagio y cuya aplicación se recomienda en las mujeres antes del inicio de la vida sexual.
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