La extirpación de las amígdalas podría curar la enuresis nocturna en algunos niños con apnea del sueño.
Según una investigación reciente, la mitad de los niños con apnea del sueño, que además tienen enuresis nocturna, podrían dejar de padecerla si se les extirpan las amígdalas o adenoides.
La apnea obstructiva del sueño está marcada por interrupciones de la respiración durante el sueño, y es común entre los niños con amígdalas o adenoides agrandadas. La mitad de los 417 niños de un estudio realizado por el el Dr. Yegappan Lakshmanan, director de urología pediátrica de Children’s Hospital de Michigan, en Detroit, que padecían apnea del sueño y enuresis nocturna dejaron de orinarse involuntariamente después de que se les extirparon las amígdalas o adenoides. Los niños del estudio tenían entre 5 y 18 años de edad, y se les dio seguimiento un año después de la cirugía, en promedio.
Los investigadores apuntaron que aquellos niños que no dejaron de orinarse involuntariamente después de la cirugía tenían más probabilidades de haber sido prematuros, varones, obesos o tener antecedentes familiares de enuresis nocturna. El nacimiento prematuro fue el mayor predictor de persistencia de la enuresis nocturna después de la cirugía.
Los hallazgos serán presentados en la reunión anual de la American Urological Association en Washington, D.C. La enuresis nocturna tiene muchas otras causas. Entre 5 y 7 millones de niños sufren de enuresis nocturna, y las causas se dividen en tres grupos principales: trastornos de la vejiga, del sueño y de los riñones. Los niños del estudio se orinaban involuntariamente debido a problemas del sueño.
Existen varias causas potenciales de enuresis nocturna, y la apnea del sueño es claramente una de ellas, comenta el Dr. Lane S. Palmer, director de urología pediátrica de Cohen Children’s Medical Center en New Hyde Park, Nueva York.
La cirugía para extirpar las amígdalas o adenoides tiene efectos secundarios positivos. Los niños con apnea del sueño y enuresis nocturna deben acudir primero a un otorrinolaringólogo.
El estudio subraya el hecho de que los niños que tienen otros trastornos del sueño deben ser examinados para descartar o confirmar enuresis nocturna, porque cualquier cosa que deprima el sueño nocturno puede provocarla comenta el Dr. Anthony Atala, urólogo de Wake Forest University en Winston-Salem, Carolina del Norte.
Si un niño sufre de enuresis nocturna, preste mucha atención a sus patrones del sueño. Obsérvelo mientras duerme y podrá ver si respira a un ritmo regular, en caso contrario, busque ayuda adicional.
Los ronquidos son anormales en los niños, comentó la Dra. Linda Dahl, una otorrinolaringóloga de Lenox Hill Hospital en la ciudad de Nueva York. Los niños roncan porque tienen agrandadas las amígdalas o adenoides, y esto causa que adopten otras conductas que acompañan a la apnea del sueño, incluida la enuresis nocturna.