Bochornos

La mayoría de las mujeres experimenta bochornos durante el climaterio. Es posible evitar ciertos factores desencadenantes.

Bochornos Los bochornos, es decir el sentir un calor muy intenso en la cara y el tronco que pueden acompañarse de malestar general, afectan al 85 por ciento de las mujeres que están cerca de la menopausia.

Hay que recordar que la menopausia es la última menstruación y el climaterio es la etapa que rodea a la menopausia.

Los bochornos en el climaterio se presentan debido a una disminución de la producción de estrógenos (hormonas femeninas) que afectan el centro de regulación de temperatura a nivel cerebral, dando como resultado una confusión del cuerpo que ignora la temperatura ambiente y sufre de oleadas de calor incontrolables.

Los bochornos pueden presentarse en cualquier momento del día o la noche y en algunos casos hay factores que los desencadenan como el estrés, la cafeína, el chile y en general alimentos picantes o muy condimentados, alimentos y bebidas calientes, baños calientes, el tabaquismo y la temperatura ambiente alta.

Si bien una forma de tratar los bochornos es la terapia hormonal de reemplazo, hay que destacar que ésta se recomienda en ciertas mujeres que no cuentan con antecedentes de cáncer de mama y para quienes el beneficios será mayor que el riesgo que implica la medicación.

Pero hay varias cosas que una mujer puede hacer para evitar los bochornos: Vestirse en capas para poder quitarse la ropa en cuanto sienta que se aproxima el bochorno, optar por fibras naturales, especialmente el algodón, ingerir bebidas frías y procurar permanecer en sitios templados sin exponerse al calor excesivo, en la medida de lo posible.

El ejercicio es fundamental para prevenir los bochornos. Se recomienda hacer ejercicio aeróbico (correr, nadar, caminar o andar en bicicleta) por lo menos 5 veces a la semana, siempre y cuando la salud general lo permita, durante un mínimo de 30 minutos por sesión.

Para reducir los bochornos se recomienda una dieta baja en grasas de origen animal e incrementar la ingesta de frutas y verduras. Conservar la línea contribuye sustancialmente a reducir los bochornos, ya que el exceso de peso o el estar extremadamente delgada con factores desencadenantes de los bochornos.

Cuando se presentan los bochornos es fundamental consultar al médico para que haga una valoración completa del estado de salud de la mujer, y cuando la intensidad de los bochornos lo amerita, considere la posibilidad de usar tratamiento medicamentoso. Los fármacos comúnmente empleados son sedantes, antidepresivos y por supuesto, la terapia hormonal de reemplazo, cuando sea posible.

 

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