El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en personas como en animales, en el cerebro, concretamente en el cerebro reptiliano, que se encarga de regular acciones esenciales para la supervivencia como comer y respirar, y en el sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida, la evitación del dolor y en general todas las funciones de conservación del individuo y de la especie.
El miedo al daño físico provoca la misma reacción que el temor a un dolor psicológico.
El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: se incrementa el metabolismo celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea. El sistema inmunitario se detiene (al igual que toda función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina). También se producen importantes modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos para mejorar la visión, dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga y los labios se estiran horizontalmente.
Esta demostrado que a través de la psicoterapia se puede promover la comunicación de la amígdala cerebral y el cíngulo anterior, por lo que las personas afectadas pueden aprender a actuar con menos miedo y a tener más seguridad en sí mismas.
Es fácil ignorar o negar los miedos, vivimos en una sociedad que recalca la importancia de ser fuerte y valiente. Al ser dueño de tus sentimientos estarás tomando un paso adelante para controlar la situación.
A veces el miedo se deja ver inmediatamente, a veces es más difícil nombrar cuáles son las causas de esos sentimientos ansiosos que están en tu mente. Deja que tu miedo salga a la superficie e identifícalo. Escribir tu miedo es una forma de admitir que tienes un problema que quieres superar. Llevar un diario también es una buena forma de registrar el progreso en contra de tu miedo. Puede servirte como guía para la próxima vez que tengas un problema.
Acércate a tu miedo como algo que tiene un principio y un final, esto te ayudará a ver que tienes el poder para contenerlo. Si puedes darle forma a tu miedo, podrás reconocer cuándo te está afectando y manejarlo de forma más efectiva.
Responde las siguientes preguntas para entender mejor tu miedo.
¿Cuál es la historia de tu miedo? ¿Empezó con una experiencia negativa? ¿Está relacionado a factores que afectaron tu niñez? ¿Por cuánto tiempo has tenido miedo?
¿Qué activa tu miedo? ¿Es algo obvio, como ver una serpiente? ¿Cómo te afecta? ¿Causa que te quedes en cama en lugar de salir?,¿Evitas visitar a un familiar, por miedo a viajar en avión? Averigua exactamente qué poder tiene el miedo sobre ti.
¿Es la fuente de tu miedo realmente peligrosa?
El miedo puede ser una emoción saludable que nos protege del daño causando que evitemos cosas peligrosas. Determina si hay una razón por la que deberías tener miedo o si sólo está fuera de lugar.
Imagina el resultado de tu deseo. Ahora que entiendes tu miedo, piensa lo que quieres cambiar exactamente. Puede que ya tengas una meta, quieres superar tu miedo, pero es importante establecer metas pequeñas que te ayuden a ello. Por ejemplo:
Si tienes miedo al compromiso, tu primera meta será salir con alguien por más de un mes.
Si le tienes miedo a las alturas, debes poner como meta ir a un viaje para escalar con algún club.
Si tu miedo es irte de casa a la universidad, empieza mandando una solicitud a tres universidades.
Si tu miedo es a las arañas, pon como meta poder manejar ver una araña en el baño si te la topas algún día.
Controla tu Miedo
Intenta la desensibilización gradual. A menudo tenemos miedo a algo a lo que no estamos expuestos. El miedo a lo desconocido es una frase muy común que se usa para describir una aversión que las personas sienten por algo diferente. Si tu miedo se debe a que es un misterio, intenta exponerte en pequeñas dosis a eso hasta que lo entiendas mejor y tu miedo empiece a desaparecer.
Si tienes miedo a las arañas, empieza a buscar un dibujo de una araña chistosa con colores divertidos. Cuando puedas ver esa caricatura y controlar tu reacción, pasa a fotos de arañas verdaderas. Luego intenta recoger arañas muertas. Conforme vas ganando confianza avanza a través de cada paso probando que puedes controlar tu miedo.
Si tienes miedo a algo menos concreto, como el cambio, empieza a cambiar un poco tu rutina diaria. Ve a correr de vez en cuando, o toma el autobús en lugar de conducir al trabajo. Empezarás a ver que eres capaz de manejar lo que la vida te ponga en el camino y los cambios que surjan.
Considera la confrontación directa. A veces confrontar tus miedos es lo mejor para superarlos. Esto es útil cuando es una persona o situación en particular a la que tienes miedo. Simplemente enfréntalo para que veas que en realidad no tienes nada a qué temer.
Imagina el peor escenario. ¿Qué es lo peor que podría pasarte si te tiras un clavado a una piscina desde bien alto, o haces una cita con tu contador para ver tus finanzas? Si sabes que no te pasará nada, entonces hazlo.
Prepárate para lidiar con el fracaso. Confrontar tus miedos es difícil, y no siempre terminarás siendo triunfante o eliminarás el miedo por completo. Probablemente tengas que confrontarlo muchas veces antes de vencerlo.
No dejes que el impulso se apague. Necesitas cierto impulso para lidiar con tu miedo, cuando te enfrentes a cosas difíciles puede ser tentador rendirte. Mantente determinado para perseverar incluso si parece imposible teniendo estos puntos en mente:
No confundas el miedo con el destino. Si tienes miedo a fallar, puedes decidir que es tu destino no empezar aquel negocio que siempre deseabas, mudarte a otra casa, etc. La verdad es que tu controlas tu futuro. Resiste a la tentación de dejar las cosas al destino.
No dejes que otras personas no te dejen avanzar. Reconoce cuando alguien está alimentando tus miedos diciendo que eres inadecuado o incapaz de cambiar. Rodéate de personas que quieren que superes tus miedos y alcances tu potencial.
Cambia la forma en la que piensas sobre el miedo
Haz de tu miedo una fuente de fascinación. Las mismas cosas que te hacen sentir miedo también te hacen sentir emoción e incluso pasión. Es por eso que las personas disfrutan los deportes extremos, las películas de terror, etc. Intenta cambiar tu miedo a una luz positiva y reconoce la emoción que te puede ofrecer.
Aprende lo más que puedas sobre la fuente de tu miedo. ¿Por qué tiene tanto poder sobre ti? ¿Qué puedes aprender de él?
Intenta confrontar tu miedo con esta nueva perspectiva. ¿Por qué se siente diferente?
Empieza a ver el miedo como una oportunidad. El miedo puede usarse como herramienta para ayudarnos a identificar problemas y resolverlos de forma efectiva. Una vez que la incomodidad inicial del miedo pase, examínalo más de cerca para ver qué puedes aprender de él.
Cuando sientes miedo de algo que no te es familiar, tómalo como señal de que debes llegar a entender mejor esa situación/persona.
Si te da miedo algún evento, tómalo como oportunidad para hacer un plan de acción y estar preparado.
Si tienes miedo al agua, piensa sobre las posibilidades que podrían aparecer una vez que superes ese miedo. Haz que el pensamiento de nadar y divertirte con tus amigos te mantenga motivado para tomar esta oportunidad y enriquecer tu vida.
Dale a tus Miedos un Lugar en tu Vida
Permítete tener miedo de vez en cuando, no hay forma de eliminar el miedo por completo. Es una emoción valida. El miedo ayuda a construir nuestro carácter.
No seas muy duro contigo mismo si tienes mucho miedo. El miedo es una respuesta natural a situaciones que están fuera de nuestro control.
•No te presiones tanto. Si tienes mucho miedo de algo que puedes evitar, entonces no debes de presionarte para superar ese miedo. Es importante trabajar para superar miedos que limitan tu vida.
Celebra tus victorias. No te esperes hasta superar el miedo por completo para felicitarte. Celebra cada logro que vayas obteniendo. Cuando veas lo bien que se siente ganarle a tu miedo, estarás listo para enfrentarte al siguiente reto.