El mal agudo de montaña, es una enfermedad que puede afectar a alpinistas, excursionistas, esquiadores o viajeros a grandes alturas, por lo general por encima de los 2,400 metros, es causado por una reducción de la presión atmosférica y niveles más bajos de oxígeno a grandes alturas.
Usted está en mayor riesgo del mal agudo de montaña si:
Vive en o cerca al nivel del mar y viaja hasta una gran altura, si ha tenido la enfermedad antes.
Los síntomas también dependerán de la velocidad de su ascenso y de qué tanto esfuerzo haga, van desde leves hasta potencialmente mortales y pueden afectar el sistema nervioso, los pulmones, los músculos y el corazón.
En la mayoría de los casos, los síntomas son leves y pueden ser:
Dificultad para dormir
Mareo o sensación de vértigo
Fatiga
Dolor de cabeza
Inapetencia
Náuseas o vómitos
Pulso rápido
Dificultad respiratoria con esfuerzo
Los síntomas graves que pueden ocurrir son:
Coloración azulada de la piel (cianosis)
Rigidez o congestión pectoral
Confusión
Tos
Expectoración de sangre
Disminución del estado de conciencia o aislamiento de la interacción social
Tez pálida o grisácea
Incapacidad para caminar en línea recta o incapacidad absoluta para caminar
Dificultad respiratoria en reposo
El médico o el personal de primeros auxilios lo examinarán y auscultarán con un estetoscopio. Esto puede revelar ruidos llamados crepitaciones en el pulmón, lo cual puede ser un signo de líquido en los pulmones.
El mal agudo de montaña es más fácil de tratar en las etapas iniciales, el principal tratamiento para todas las formas del mal de montaña es bajar o descender a una altitud menor tan rápido y seguro como sea posible. Usted no debe seguir ascendiendo si presenta síntomas.
Se debe administrar oxígeno extra si está disponible, las personas con mal de montaña grave pueden necesitar hospitalización. Los casos graves pueden llevar a la muerte, debido a los problemas pulmonares o a un edema cerebral.
Las claves para la prevención del mal agudo de montaña son:
Ascender la montaña gradualmente.
Detenerse por uno o dos días a descansar cada 2,000 pies (600 metros) cuando se está por encima de los 8,000 pies (2,400 metros).
Dormir a una altitud más baja cuando sea posible.
Aprender cómo reconocer los primeros síntomas del mal de montaña.
Si usted va a viajar por encima de los 3,000 metros de altura debe llevar suficiente oxígeno para varios días.