La resistencia a la quimioterapia se presenta cuando los cánceres que han estado respondiendo a una terapia de pronto comienzan a crecer. En otras palabras, las células cancerosas se resisten a los efectos de la quimioterapia. Es posible que escuche afirmaciones como «falló la quimioterapia contra el cáncer». Cuando esto sucede, será necesario cambiar los fármacos.
Hay varios motivos posibles para la resistencia a la quimioterapia:
•Algunas de las células que no se destruyen con la quimioterapia mutan y se convierten en resistentes al fármaco. Una vez que se multiplican, es posible que el número de células resistentes sea mayor que el número de células sensibles a la quimioterapia.
•Amplificación genética. Una célula cancerosa puede producir cientos de copias de un gen particular. Este gen desencadena una sobreproducción de proteínas que hacen que el fármaco anticanceroso sea ineficaz.
•Las células cancerosas pueden bombear el fármaco fuera de la célula tan pronto como éste ingresa, utilizando una molécula llamada glicoproteína P.
•Las células cancerosas pueden dejar de aceptar los fármacos cuando la proteína que los transporta a través de la pared celular deja de trabajar.
•Las células cancerosas pueden aprender a reparar las fracturas del ADN producidas por algunos fármacos contra el cáncer.
•Las células cancerosas pueden desarrollar un mecanismo que inactive el fármaco.
Se están realizando investigaciones para descubrir maneras de reducir o evitar la resistencia a la quimioterapia.
El desarrollo de la resistencia al fármaco es una de las razones por las que los fármacos a menudo se administran en combinación, se cree que de esta manera se puede reducir la incidencia del desarrollo de resistencia a cualquier fármaco. Con frecuencia, si un cáncer se vuelve resistente a un fármaco o grupo de fármacos, es más probable que el cáncer sea resistente a otros fármacos. Es por eso que resulta muy importante seleccionar primero el mejor protocolo de tratamiento posible. En otras palabras, para tratar el cáncer, se debe utilizar la mejor arma cuando exista la posibilidad, por pequeña que sea, de que se presente resistencia a la quimioterapia.