Una de cada ocho personas en el mundo sufre desnutrición crónica, de acuerdo a la información proporcionada por las agencias alimentarias de la ONU, advirtiendo a los líderes mundiales que algunas regiones no conseguirán reducir a la mitad el número de personas afectadas por el hambre para el año 2015.
En su último informe sobre inseguridad alimentaria, las agencias de la ONU estiman que 842 millones de personas han sufrido hambre crónica en el período 2011-13. La nueva cifra es menor que la última estimación de 868 millones en 2010-12 y de 1.020 millones en 2009.
Es poco probable que muchos países cumplan el objetivo adoptado por los líderes mundiales en Naciones Unidas en el año 2000, según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD).
Los países sin litoral se enfrentan a desafíos persistentes en el acceso a los mercados mundiales, mientras que los países con infraestructuras pobres e instituciones débiles se enfrentan a restricciones adicionales,
La ONU define al hambre como: no tener suficiente comida para una vida activa y saludable y la incapacidad para cumplir los requerimientos de energía alimentaria. Las políticas dirigidas a impulsar la productividad agrícola y la disponibilidad alimentaria son cruciales en reducir el hambre incluso donde la pobreza esta extendida.
Cuando se combinan con la protección social y otras medidas que aumentan los ingresos de las familias para comprar comida, pueden tener un efecto aún más positivo e incitar el desarrollo rural. Las remesas, tres veces mayores que la ayuda oficial al desarrollo, han tenido un impacto significativo en seguridad alimentaria al conducir a una dieta mejor y a reducir el hambre.
La gran mayoría de personas que sufren hambre -827 millones- viven en países en desarrollo, donde se estima que la desnutrición es de un 14,3%.
África sigue siendo la región con la mayor prevalencia de desnutrición, donde se estima que más de una de cada cinco personas están desnutridas, mientras que la mayoría de las personas desnutridas están en el sur de Asia.
Fuente: ONU