Un opioide o narcótico es un tipo de medicamento que se usa para controlar el dolor. Los medicamentos con opio impiden que los nervios manden o reciban sensaciones de dolor.
Ejemplos de opioides son la morfina, hidrocodona, codeína, fentanilo y la oxicodona.
Controlar y manejar el dolor podrían ayudar a mejorar el humor, la habilidad para dormir y para realizar las actividades diarias.
Existen 2 tipos de opioides:
De acción corta: Estos empiezan a actuar mas rápido y alivian el dolor durante 3 a 6 horas. Los medicamentos de acción corta frecuentemente se utilizan para el dolor agudo y para el progreso del dolor.
De acción prolongada: Estos usualmente duran 8 horas o más, así que usted debe tomarlos con menos frecuencia. Estos medicamentos se tardan más en empezar a aliviar el dolor.
¿Cuáles son los riesgos de usar opioides para controlar el dolor?
El tomar demasiados medicamentos opioides pueden representar una amenaza para la vida. Los siguientes son signos de una sobredosis:
Somnolencia o confusión, mareos o debilidad, dificultad para respirar, respiración superficial o dejar de respirar, piel fría y húmeda, dolor muscular intenso y debilidad, ver y oír cosas que no son reales
Cuando el cuerpo necesita el medicamento con el fin de funcionar correctamente se ha creado un estado de dependencia física, y los síntomas incluyen temblores, diarrea y flujo nasal.
Cuando el cuerpo se acostumbra al medicamento se denomina tolerancia, es posible que los opioides no controlen el dolor tan bien como solían hacerlo. El dolor podría regresar antes del tiempo de acción, es posible que necesite más medicamento opioide para que le de la misma cantidad de alivio del dolor.
La adicción sucede cuando usted usa un opioide a pesar de que le hace daño y no le alivia el dolor, un especialista en adicciones puede ayudarlo a controlar el uso de opioides para aliviar el dolor.
Los efectos secundarios pueden limitar la cantidad de medicamento que usted puede tomar, el mejor tratamiento es encontrar la dosis que trata el dolor y que provoca menos efectos secundarios y éste será determinado siempre por su médico especialista.
Discuta con su médico las opciones de tratamiento para juntos decidir el cuidado que usted quiere recibir. Usted siempre tiene el derecho a rechazar un tratamiento.