Todos tenemos la llamada zona de confort a nuestro alrededor, el espacio vital más próximo a nosotros que consideramos privado y personal en el cual únicamente dejamos entrar a quienes consideramos que lo merecen.
Nuestro espacio vital no tiene un tamaño determinado, varía en función del entorno en el que hemos crecido y de las circunstancias que se den en ese momento aunque por lo general suele ser algo casi constante en relación a la distancia con la cual nos sentimos cómodos.
Las personas que viven en áreas poco pobladas tienen un espacio vital más amplio que quienes viven en zonas con más habitantes. Esto se puede apreciar a la hora de estrechar la mano en un saludo. Una persona con un mayor espacio vital tenderá a alargar el brazo hacia la otra persona desde más distancia y permaneciendo más lejos que una persona con un espacio vital más reducido, que se acercará más y tendrá el brazo más pegado a su cuerpo.
Niveles de espacio vital
Podemos dividir nuestro espacio vital en tres zonas diferentes en función de la intimidad y confianza con quienes nos rodean. En pocas palabras podríamos considerar que se relaciona directamente con la comodidad, o confort, que sentimos cuando una persona está a distintas distancias de nosotros.
Zona verde de nuestro espacio vital : Espacio público
Es la distancia pública, varía según la persona pero a partir de entre 2 o 5 metros empieza esta zona, es una distancia aceptable a la que pueden estar desconocidos sin sentirnos incómodos al respecto.
Dependiendo de la situación la distancia varía, por ejemplo, en una discoteca la distancia pública de nuestra zona de confort se ve muy reducida hasta el punto de ser casi inexistente por la falta de espacio, del mismo modo que puede darse en un transporte público en hora pico. En cambio si estás en una playa vacía y otra persona desconocida se coloca a una distancia de varios metros podríamos sentir que se está “violando” nuestra intimidad.
Zona naranja de nuestro espacio vital: Conocidos
Esta distancia es la reservada para personas con mayor confianza, es la distancia con la cual nos sentimos cómodos estando con nuestras amistades casuales o conocidos del trabajo, este espacio vital suele estar entre una distancia mínima de 1 o 2 metros según la persona y la cultura.
Zona roja de nuestro espacio vital: Intimidad
Es el espacio exclusivo para nuestro círculo más cercano, aquí la distancia mínima puede desaparecer completamente y no existir una distancia real de incomodidad. Si cualquier persona que no está incluida en ese círculo intenta acercarse a esta distancia la sensación será de desagrado y de repulsión intentando aumentar la distancia existente y quizá en el futuro, esquivar a esa persona.