Científicos mexicanos lograron transportar artificialmente por el torrente sanguíneo la molécula de la hemoglobina a través del almidón, que conduce el oxígeno por el sistema cardiovascular, logrando así sustituir los glóbulos rojos de la sangre.
Este avance coloca a México a la par de naciones como: Alemania, Japón y EUA en la creación de sangre artificial, un reto que los expertos se han propuesto, ante la escasez de donadores por temor al contagio de enfermedades como el Sida y Hepatitis A y B.
Los expertos mexicanos encabezados por el cardiólogo Adolfo Chávez Negrete jefe del Laboratorio de Investigación Biomédica del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, afirman que en un plazo de cinco años lograrán contar con sangre artificial para beneficio de muchos pacientes en nuestro país.
Después de seis años de investigación, los científicos mexicanos lograron crear sangre artificial derivada básicamente de dos materiales: La hemoglobina (extraída de los glóbulos rojos de sangre) y el almidón (producto que puede permanecer sin problemas en las arterias) que procede de la papa y del maíz, la unión de la hemoglobina al almidón, hace que ésta permanezca dentro de las arterias y no se filtre inmediatamente por el riñón debido a su “pequeño tamaño”.
El cardiólogo Chávez Negrete explica que la hemoglobina es la materia prima que transporta el oxígeno a las células; para obtenerla es necesario romper los glóbulos rojos a partir de un procedimiento físico-químico que libera la hemoglobina. Después de separar la hemoglobina de los glóbulos rojos fragmentados se mantiene a bajas temperaturas, una vez obtenida se une químicamente a su “transportador” (el almidón) para introducirla a las venas como se hace con una transfusión normal.
Mientras que en el proceso de transfusión sanguínea se requiere de una a dos horas para realizar las pruebas necesarias de grupo sanguíneo entre donador y receptor, la sangre artificial, en cambio, al carecer de glóbulos rojos puede infundirse en cualquier momento sin espera de pruebas y se puede aplicar a cualquier tipo de persona.
La transfusión sanguínea es una fuente incierta de infecciones, la sangre artificial al no tener células puede procesarse a través de diferentes métodos de purificación que le permite estar bajo condiciones estériles.
La sangre artificial puede conservarse por más de un año sin caducar porque carece de células.
Cada vez más especialistas, están interesados en desarrollar sangre artificial y su aplicación práctica a los pacientes ante la amenaza constante de nuevas y más agresivas infecciones por vía sanguínea, los elevados costos del proceso donación-transfusión y la cada vez más difícil donación.
En la primera etapa los cardiólogos comprobaron exitosamente que la sangre artificial era tolerada por algunas especies animales como la rata y lograba transportar el oxígeno. Ahora los especialistas trabajan en ejemplares más cercanos a la especie humana como son los perros, el cerdo y simios.