El trastorno Púrpura Trombocitopénico, es una enfermedad de sistema sanguíneo que se caracteriza por un descenso en el número de plaquetas, que son las células sanguíneas encargadas de coagular la sangre y por lo tanto, de detener las hemorragias.
Esta enfermedad afecta con mayor frecuencia a las mujeres que a los hombres y es más común en niños en relación con los adultos. En los menores aparece con mayor frecuencia entre los 2 y 9 años de edad.
Los principales signos que puede alertar sobre la presencia de esta enfermedad, son: Aparición constante de moretones en la piel, sangrado en nariz y boca, sangrado por más tiempo del normal luego de una lesión, sangrado en el tracto intestinal que se hace visible al defecar, menstruación anormalmente abundante.
Las causas de esta enfermedad se desconocen, la enfermedad aparece cuando el sistema inmunológico deja de reconocer a las plaquetas y las destruye, evitando que cumplan con su función de coagular la sangre.
En los niños, en muchas ocasiones aparece después de que sufre un proceso infeccioso, en los adultos, puede surgir después del consumo de algunos medicamentos, un embarazo o un transtorno del sistema inmunológico.
La enfermedad puede diagnosticarse mediante un historial clínico del paciente, así como una prueba de sangre denominada Conteo Sanguíneo Completo que determine el bajo número de plaquetas, los especialistas recurren al Conteo celular en el Líquido Cefalorraquídeo, que puede ayudar a determinar la presencia de este padecimiento.
De no atenderse esta enfermedad, puede provocar hemorragias severas en cualquier zona del organismo, incluyendo el cerebro.
En los niños generalmente no se sigue un tratamiento específico. En tanto, en los adultos se recurre a sustancias especializadas como la prednisona, y en caso de no lograrse resultados se recurre a la extirpación del bazo, que es el órgano encargado de producir los anticuerpos lo que permite se incremente el número de plaquetas.
En caso de hemorragia los especialistas pueden recurrir a procedimientos destinados a filtrar los anticuerpos de la sangre. También se pide a los pacientes evitar los fármacos que evitan la coagulación, como son aspirinas, ibuprofeno y la warfarina, utilizada en padecimientos cardíacos.