La causa de alergia al gluten, o enfermedad celíaca es desconocida, pero en su desarrollo contribuyen factores genéticos, ambientales e inmunológicos. La lesión intestinal que caracteriza la enfermedad celíaca es consecuencia de un funcionamiento anómalo del sistema inmunológico, que se activa en presencia de gluten en los individuos que tienen predisposición genética y desencadena un proceso inflamatorio que afecta a la pared del intestino delgado, provocando la destrucción de las vellosidades intestinales, responsables de la absorción de nutrientes.
Los genes que predisponen a padecer la enfermedad celíaca pertenecen a la familia de genes de histocompatibilidad (HLA), siendo HLA-DQ2, presente en el 90% de los afectados, la variante proteica más relacionada con la enfermedad junto con HLA-DQ8, que está presente en el resto.
El gluten es una proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno y la avena, los pacientes celíacos con lesiones persistentes en el intestino, el diagnóstico de linfoma es 3,8 veces más común que lo esperado para la población general.
Existe un debate si a todos los pacientes se les debe realizar biopsia de control, lo que es altamente recomendable es el seguimiento continuo con el gastroenterólogo y el nutriólogo, aun cuando no existan síntomas, el riesgo extra de desarrollar linfoma no debe preocupar exageradamente a los pacientes.
El único tratamiento eficaz contra la enfermedad celíaca consiste en eliminar de la dieta los alimentos que puedan contener gluten. La dieta sin gluten debe seguirse de forma estricta y de por vida, lo que permite la reparación de las vellosidades intestinales dañadas y la normalización clínica y funcional de la mucosa intestinal en un plazo que dependerá de la edad del afectado así como de la gravedad de la lesión intestinal