La fiebre del valle es una enfermedad causada por un hongo (o moho) llamado Coccidioides, los hongos viven en el suelo de las zonas áridas del suroeste de los EUA y Norte de México.
Cualquier persona expuesta al hongo puede contraer la infección, el mayor riesgo es para las personas cuyos trabajos los exponen al polvo del suelo, estos incluyen a los trabajadores de la construcción, trabajadores agrícolas y las fuerzas militares que realizan entrenamiento de campo. La infección no se transmite de persona a persona.
La fiebre del valle suele no presentar síntomas. Si usted tiene síntomas, éstos pueden parecerse a los de la gripe, con fiebre, tos, dolor de cabeza, erupción cutánea y dolor muscular. La mayoría de las personas se recuperan en varias semanas o meses, pocas personas desarrollan enfermedad pulmonar crónica o una infección generalizada. Los casos de la Fiebre del Valle se están multiplicando en el suroeste de EUA a una tasa alarmante. Seis estados se han visto afectados, pero pocos sitios han sido tan golpeados como la remota localidad de Avenal.
Muchos de los niños que se enferman en Avenal terminan en el Hospital Central de Niños de California, a unos 90 minutos en auto hacia el norte. El hospital sólo tenía 4 casos de la fiebre del valle en 2001, pero en 2012 la cifra subió a 61. «Nadie sabe por qué», comenta el Dr. James McCarty, director médico de la división de pediatría de enfermedades infecciosas. Puede ser el aumento de la población en la zona, la afluencia de personas sin inmunidad o exposición previa; algunos dicen que podría ser una función de inviernos húmedos; y la actividad humana, cualquier cosa que genera mucho polvo, ya sea la agricultura o la construcción.
La fiebre del valle se diagnostica mediante pruebas de sangre, de otros líquidos corporales o de tejidos. Muchas personas con la infección aguda se recuperan sin tratamiento. En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos antimicóticos para las infecciones agudas. Las infecciones graves requieren fármacos antifúngicos.