El 99% de los casos de disfunción eréctil y anorgasmia no son un problema físico, sino psicológico, asegura la sexóloga Regina Cosío, quien recomienda para solucionar estos problemas el Tantra, qué es una práctica hindú que además de mejorar la vida cotidiana, ayuda a tener orgasmos más placenteros y relaciones sexuales prolongadas.
La Lic. Regina Cosío Seifer, explica que muchos problemas sexuales no son disfunciones del ámbito genital sino alteraciones emocionales que evitan que las personas tengan sexo placentero, por lo que el Tantra puede ayudar a resolverlos; sin embargo, recomienda acudir al médico para descartar problemas de salud.
Esta práctica también puede ayudar a superar traumas psicológicos a personas que hayan sido abusadas sexualmente.
El tantra apareció en el año sexto antes de Cristo y con ella se puede alcanzar la plenitud sexual y en la vida diaria. Según la Lic. Cosío, el Tantra consiste en el disfrute máximo de las sensaciones mediante el autoconocimiento, el control y la relajación alcanzada con respiraciones y meditación. “Es un modo de vida”.
La experta asevera que la vida apresurada y rutinaria de las ciudades así como prácticas culturales que reprimen los sentimientos con frases como “los hombres no lloran”, obstaculizan el disfrute diario. Para ello, la especialista, aconseja vivir más despacio; hacer lo que se quiere, degustar no solamente comer, así como motivar las sensaciones placenteras.
El Tantra se aplica primero en la vida cotidiana y después en el sexo, practicarlo tiene beneficios como orgasmos continuos y más placenteros, además de que el acto sexual se prolonga, pues el pene dura mayor tiempo erecto, el Tantra es libre e individual, no es una doctrina, por lo que no tiene pasos ni reglas, sólo recomendaciones. Con base en la práctica hindú, la sexóloga aconseja previo al acto sexual la meditación para ayudar a “contactar con el yo interior” así como a practicar respiraciones profundas y largas, pues explica que al inhalar el cuerpo se llena de oxígeno, lo que favorece el desempeño físico y el control de la eyaculación que prolonga el coito.
En el sexo tántrico la eyaculación se concibe como una pérdida de energía que no se recupera fácilmente, por lo que se recomienda no hacerlo de manera constante, el orgasmo es el fin último “no es como las películas pornográficas lo pintan”, pues explica que se define como un éxtasis de sensaciones que se limitan a lo sexual, sin embargo, “puede ser un suspiro, no necesariamente un show con fuegos artificiales”.
Todo aquel que desee practicar sexo tántrico debe considerar al coito como un acto sagrado, una celebración, para ello recomienda acondicionar la habitación con colores, aromas, sabores y objetos que hagan sentir cómoda a la pareja y estimular así sus cinco sentidos.
En México se imparten cursos de Tantra de manera teórica, online y presencial, la sexóloga recomienda los últimos pues reitera que el Tantra no es teórico sino práctico.