Estudios científicos han demostrado que haciendo ejercicio por la mañana, nuestro cuerpo y nuestra mente obtienen más beneficios que realizando actividad física por la tarde o por la noche.
El mayor beneficio tiene que ver con el poder adelgazar: al hacer ejercicio por la mañana se queman más calorías que en otro momento del día. Pero hay que tener en cuenta que el ejercicio físico necesita de energía y para eso, debemos desayunar ligero antes de ir al gimansio para asegurarnos que la glucosa esté en niveles óptimos y no tengamos inconvenientes como las lipotimias o desmayos, muy comunes en las mujeres que no acostumbran a desayunar.
Además, al hacer ejercicio, nuestro cerebro libera endorfinas, unas sustancias que producen una sensación de placer y bienestar que nos hace comenzar el día con ganas y buen humor.
Parece que estos efectos positivos son muy claros, porque hay muchas personas que tratan de hacer ejercicio por la mañana y las que van a los gimnasios por la tarde, lo hacen únicamente porque sus horarios laborales no les permiten comenzar desde temprano con la actividad física.
Sin embargo, siempre vale la pena intentar levantarse una hora antes por día o al menos 3 veces por semana para regalarle a nuestro cuerpo y a nuestra mente los beneficios de hacer ejercicio físico.
Y por si aún no te convences de que la mañana es el mejor momento del día para hacer ejercicio, te contamos que la actividad física matutina regula el hambre, es decir, nos hace llegar con menos apetito a la hora de la comida. Además, hacer ejercicio por la mañana tiene un efecto positivo y regulador sobre el ritmo del sueño.
Quien hace ejercicio duerme mejor y se despierta más fácilmente. Realmente no hay motivos para no llevar una vida saludable y hacer ejercicio, que además nos hará sentir más activos y de buen humor.