A un hombre de Boston que sabía que la autocorrección de textos -famosa por sus correcciones bizarras- estaba desactivada en el teléfono celular de su esposa embarazada, recibió de ella el mensaje siguiente: «Cada donde los días casos cercanos» «¡Algo está donde!».
Cuando la mujer, de 25 años, ingresó a una sala de emergencias, los médicos detectaron varios signos de un accidente cerebrovascular, como desorientación, imposibilidad de usar el brazo y la pierna derecha y dificultad para hablar. Una imagen por resonancia magnética reveló que una parte de su cerebro no estaba recibiendo suficiente sangre. Afortunadamente, los síntomas desaparecieron y la joven pasó el resto del embarazo sin complicaciones con ayuda de un anticoagulante.
El caso, según relatan los médicos de la Facultad de Medicina de Harvard en la revista Archives of Neurology, sugiere que los dispositivos digitales se transformarán en una herramienta cada vez más importante para identificar enfermedades neurológicas, en especial en los grupos de pacientes que utilizan más la comunicación escrita que la comunicación oral.
Los autores describen el fenómeno como «distexia», que es la palabra que utilizaron otros médicos en un caso con migraña y síntomas de un accidente cerebro-vascular, diagnosticado por otros motivos. En el caso de la mujer embarazada, el primer signo de dificultad con el lenguaje provino de sus mensajes de texto incomprensibles.
Según las estadísticas que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EUA, se atendió a varios pacientes que mandaban correos electrónicos con signos de que estaban teniendo dificultades con el lenguaje, lo que se conoce como afasia, esos signos suelen aparecer acompañados con otra información. En este caso, por ejemplo, la asistente del médico obstetra recordó más adelante a la mujer embarazada que había tenido problemas para responder un cuestionario.
Los principales signos de alarma de un accidente cerebral vascular asociados con la escritura son el uso de frases incomprensibles o problemas para leer o comprender los textos, no obstante, hay que hacer la diferencia ya que muchos teléfonos inteligentes poseen una función de autocorrección, que puede reemplazar palabras erróneamente y dar la impresión de que el usuario padece algún trastorno del lenguaje.
Fuente: Archives of Neurology