Los días 13 y 14 de diciembre se llevó al cabo en la ciudad de Nueva York la conferencia “Vidas en la Balanza”, un encuentro médico de alto nivel en torno a las enfermedades infecciosas mortales que afectan a millones de personas en el mundo y algunos consideran olvidadas.
Estos son los contrastes de la ciencia médica… Mientras las naciones industrializadas invierten millones de dólares en el desarrollo de novedosos medicamentos para tratar las enfermedades causadas por el desarrollo y los malos hábitos, millones de habitantes del mismo planeta lidian con infecciones que el mundo nuevo ha olvidado y para las cuales solo se dispone de tratamientos con 40 años de antigüedad, con una efectividad cada vez menor y numerosos efectos secundarios.
La Dra. Deane Marchbein, presidenta de Médicos sin Fronteras de EUA, explicó que durante los últimos 10 años hemos visto que sencillamente no hay avances suficientes, que los doctores de Médicos sin Fronteras están teniendo que ir al campo sin tener los medios que necesitan para poder atender debidamente a los pacientes, así que están teniendo que decirles a los pacientes que todo lo que se les puede ofrecer, por ejemplo, para la enfermedad de Chagas, son tratamientos que los dejan muy enfermos y pueden tener efectos secundarios horribles.
De ahí que se haya realizado la conferencia “Vidas en la Balanza” cuyo objetivo es concentrar esfuerzos para mejorar el manejo de padecimientos como la tuberculosos resistente a antibióticos, la enfermedad de Chagas, donde México ocupa el tercer lugar de América Latina en número de casos, así como las enfermedades del sueño y de Kala Azar. También se abordó el tema del abasto de vacunas en países en vías de desarrollo.
Kate Elder, asesora de Médicos sin Fronteras en políticas de vacunas explica que muchas vacunas requieren de varios refuerzos, durante el primer año de vida de una criatura; se espera que la madre lo lleve cuando menos cinco veces a una clínica para que se le pongan todas las vacunas. Y en lugares donde las madres deben caminar de dos a tres horas, donde no hay transporte, eso es prácticamente imposible; esa es una de las razones por las que los niños no cuentan con todas sus vacunas. Además la mayoría de las vacunas requieren de refrigeración, algo que llamamos ‘cadena de frío,’ y en lugares como Chad donde las temperaturas pueden llegar a los 45 grados durante el día y donde hay interrupciones de luz mantener las vacunas en frío es una verdadera pesadilla logística.
Por eso en el mundo, en el 2010 más de 19 millones de niños no fueron vacunados contra enfermedades que pueden prevenirse y evitar un sinnúmero de muertes entre la población infantil. Al encuentro asistieron representantes de más de 70 países así como personal relacionado con la salud.
Entre los principales retos para combatir las llamadas enfermedades olvidadas figuran lograr una mayor investigación en cuanto a métodos de diagnóstico y tratamiento así como el acceso verdaderamente universal a las vacunas.
