Tecnoadicciones

Una adicción es una enfermedad física y psicoemocional, según la Organización Mundial de la Salud, en el sentido tradicional es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación

Las tecnoadicciones o ciberadicciones se refieren al abuso de determinados dispositivos o servicios tecnológicos. Éstos incluyen la adicción a Internet, a los teléfonos celulares, a los videojuegos y a la televisión.

Debido a que estas nuevas tecnologías son elementos de uso cotidiano, es difícil determinar el límite entre el uso necesario y el uso adictivo. La adicción se presenta cuando una persona las utiliza por una gran cantidad de tiempo innecesario, renunciando a sus actividades sociales o laborales, y en el caso de intentar disminuir su uso, fracasa.

Estos elementos proveen una gran cantidad de comodidades que contribuyen a sus características de volverse adictivos. Por ejemplo, Internet ofrece la posibilidad de mentir acerca de uno mismo, lo cual atrae aquellas personas que sufren de baja autoestima o inseguridad. Permiten obtener información y entretenimientos sin límites o contactar a cualquier persona inmediatamente. Son formas de distracción y escape de la vida cotidiana que atraen especialmente a jóvenes, aunque también hay casos de adultos tecnoadictos.

Internet
Las personas adictas a Internet utilizan excesivamente su tiempo en cualquier tipo de actividad en línea, ya sea individual o de interacción con otros usuarios. Existen muchos tipos de adicciones a Internet debido a la inmensa cantidad de posibilidades que este servicio ofrece. Las adicciones más problemáticas son las relacionadas con el cibersexo, juegos de apuestas en línea o las compras. También existen adicciones a blogs, redes sociales, chats, etc.
Su uso incontrolable tiene efectos en las relaciones sociales del adicto ya que promueve el aislamiento. Conlleva problemas alimenticios, ansiedad, depresión y  déficit de atención. Al igual que muchas adicciones, con el tiempo el adicto necesita dosis de uso cada vez mayores.

Teléfonos móviles
La necesidad de estar constantemente comunicado a través de la ultima versión tecnológica disponible en el mercado puede convertirse en una adicción cuando la persona no puede separarse de su celular y se siente irritado en el caso de perderlo, olvidarlo o no poseer dinero o crédito para el funcionamiento de la línea.
El uso excesivo de los teléfonos móviles puede provocar ansiedad, dispersión, intolerancia, falta de sueño, etc. En casos extremos, algunas personas pueden llegar a recurrir a actos ilegales para financiar su adicción ya que las llamadas, SMS, o descargas implican costos económicos altos.
Los jóvenes son los más afectados por esta tecnoadiccion. Es frecuente la sensación de que el último modelo de telefonía les otorga una cierta posición social y mejora su autoestima.

Videojuegos
El uso compulsivo de juegos, ya sean individuales o de interacción con otros usuarios jugadores, constituye una de las adicciones tecnológicas más frecuentes. Está directamente relacionada con los jugadores compulsivos y sus efectos son prácticamente los mismos. Los adictos a los videojuegos se vuelven obsesivos, aislados e intolerantes.
Los jugadores se convierten en adictos cuando empiezan a sentir demasiada tensión, cuando se concentran tanto en el juego que no apartan la vista de la pantalla, y cuando pierden el interés por otras actividades (tanto de entretenimiento como laborales y sociales) y la noción del tiempo.

Televisión
Cuando el mirar televisión deja de ser un momento de distracción o de entretenimiento, para convertirse en una obsesión a la cual se le dedica más de 3 horas por día, se puede afirmar que estamos ante la presencia de una adicción.  La televisión actúa como un tranquilizante para el cuerpo humano; provoca somnolencia. Luego de una larga exposición también es común que provoque depresión. Su uso no sólo rompe la comunicación interpersonal, sino que preocupa actualmente los contenidos violentos y sexuales que son permitidos mostrar en muchos programas. El adicto a la televisión descuida sus compromisos ocupacionales, sociales y familiares prefiriendo permanecer aislado de la vida real.

Deja un comentario