Desde hace prácticamente tres décadas la industria de la alimentación viene sumando diversas opciones de productos edulcorantes que prácticamente no aportan calorías y reemplazan al azúcar. Pero también desde su aparición en el mercado, de estas moleculas artificiales, o naturales pero modificadas surgen dudas sobre su seguridad y los eventuales daños a la salud que su uso puede causar.
Si bien las principales agencias de control han aprobado su uso cotidiano, innumerables estudios refieren una y otra vez que encontraron indicios de problemas, o sospechas y extrapolaciones sobre esa posibilidad.
La Dra. Bernadene Magnuson, investigadora, especializada en regulación alimentaria y toxicología, disertó sobre la actual evidencia científica disponible sobre la seguridad de los edulcorantes no calóricos, especialmente en lo referido a los grupos demográficos más comprometidos: embarazadas y niños.
Muchas personas de estos y otros grupos especialmente si tienen algún problema de salud como diabetes u obesidad, deben recurrir a los edulcorantes no calóricos en forma cotidiana para endulzar sus comidas y bebidas y por eso es clave repasar lo que se sabe sobre la seguridad real de estos compuestos y los alimentos que los tienen entre sus ingredientes.
Desafortunadamente, algunos sitios de Internet, blogs o estudios de «junk science» continúan acusando falsamente a los endulzantes, como el aspartame o la estevia de muchos efectos adversos como casos de cáncer, comenta la Dra. Magnuson.
Esto resulta muy confuso para los consumidores que no tienen la experiencia para evaluar los estudios científicos y se preocupan innecesariamente por el consumo de estos productos. Los edulcorantes no calóricos pueden beneficiar a las personas con diabetes al disminuir el consumo de azúcar, y a los obesos a controlar su peso corporal, mientras comen dulces.
Los riesgos para la salud de la diabetes y el exceso de peso está bien documentados, por lo que los consumidores deben centrarse en controlar su peso mediante el ejercicio y la ingesta moderada de alimentos y tener confianza en la seguridad para la salud de los edulcorantes no calóricos aprobados por la autoridad sanitaria.
La especialista se refirió a un estudio a largo plazo (multigeneracional) realizado con varios modelos animales que no arrojó ningún resultado referente a la posibilidad de que el aspartame provoque un parto prematuro o cualquier otra dificultad reproductiva en futuras madres, así como también descarta muchas de las otras teorías sobre la toxicidad de este aditivo. Del mismo modo, el uso de glicósidos de esteviol (conocido como estevia), purificados al 95%, no compromete en ningún caso la salud de las madres embarazadas ni de los niños.
En el caso de aspartame, existe una excepción de uso para las personas que nacen con una grave deficiencia genética conocida como fenilcetonuria (FCU) que los hace intolerantes a la fenilalanina (componente del aspartame). Sin embargo, la mayoría de quienes tienen esta rara enfermedad, saben de que el aspartamo es una fuente de fenilalanina, compuesto que también se encuentra en la leche, la carne y los mariscos. De ahí que todos los productos que contengan aspartamo deben advertirlo en su etiqueta.
De acuerdo a los dictámenes de las autoridades sanitarias, el consumo de edulcorantes no calóricos es absolutamente seguro para cualquier persona, incluidos niños, ancianos y mujeres embarazadas, en cuyo caso las ventajas son múltiples.