En México, entre 12 y 13 % de los jóvenes de 12 a 20 años de edad son hipertensos, y el 97 % de los diagnosticados no supieron de su situación por años, según comenta el Dr. Julián Alcalá Ramírez, coordinador de Enseñanza del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La hipertensión es una enfermedad silenciosa, porque usualmente no tiene sintomatología en etapas iniciales y puede pasar largo tiempo antes de que los pacientes sean diagnosticados, pues el cuerpo se adapta a la presión alta. El padecimiento puede ser primario o esencial; en este caso no se sabe específicamente a qué se debe y es más frecuente en personas mayores a los 20 años.
El resto es la denominación secundaria, porque la ocasiona otra afección, como algún problema hormonal, coartación en la arteria aorta o en las femorales, o un tumor en glándulas suprarrenales.
En general no se habla de causas específicas, sino de factores asociados como el sexo (es más común y severa en los varones); además, está muy relacionada con el sobrepeso y la obesidad.
También, tiende a incrementarse con la edad, en personas mayores de 50 años las cifras altas pueden considerarse aceptables si no exceden de 140/90, si vivimos en una sociedad que nos mantiene en estado de ansiedad, estrés, y con una competitividad enfermiza, nos hacemos más propensos.
A estos factores se aúnan la vida sedentaria, el tabaquismo, el alcoholismo, el alto consumo de sal y de productos de origen animal, sobre todo alimentos industrializados.
El Dr. Alcalá Ramírez explica que para vivir, la sangre necesita fluir por las arterias, proceso que ocurre por la presión en el sistema vascular y el volumen del líquido que emite el corazón. Según estudios realizados desde hace varias décadas, los referentes saludables de la tensión arterial en la población deben ser 120/80, incluso en límites altos de 140/90.
Si se toma la presión en tres ocasiones repetidas con una técnica correcta, y se encuentra por encima de los rangos adecuados, se considera hipertensión arterial, enfermedad frecuente que ocasiona decesos y pérdida de la calidad de vida.
En un hipertenso se desgastan de manera prematura los vasos sanguíneos y se presentan ateromas, uno de los factores que provocan infartos al miocardio, una de las primeras causas de muerte en el país, también daña al riñón, lo que acentúa los procesos de envejecimiento y se pierden años de vida saludable. Se estima que las personas fallecen hasta un lustro antes de lo que se esperaba que pudieran vivir.
En la población en general hay un hipertenso por cada cuatro o cinco personas, lo que representa entre 20 y 25 %, se calcula que al año mueren 17 millones de personas en el mundo por causas directamente asociadas a este padecimiento.