El síndrome de cautiverio, Locked-in Syndrome, en inglés, es una extraña enfermedad causada generalmente por una lesión cerebrovascular que daña porciones importantes del tronco cerebral, sin dañar los hemisferios.
Esta patología se caracteriza por presentar tetraplejía (pérdida del uso de brazos y piernas) y anartria (trastorno de la articulación de la palabra), pero con preservación de la conciencia, la visión, la audición y la respiración.
Se le llama Síndrome de cautiverio, porque aunque la mente está bien, el cuerpo no responde. El paciente no puede moverse, pero siente; no puede hablar, pero escucha, también se le denomina síndrome de enclaustramiento, encerramiento o deseferentación.
En este cuadro neurológico el paciente está consciente y despierto pero no puede moverse debido a una parálisis completa de su cuerpo y sólo puede comunicarse con movimientos oculares y parpadeos, el signo que permite su diagnóstico, y en algunos casos los pacientes tienen la capacidad de mover también ciertos músculos faciales.
El síndrome de cautiverio puede ser causado también por una desmielinización extensa, un proceso patológico que afecta a las vainas mielíticas de las fibras nerviosas, la mayoría de los pacientes con síndrome de enclaustramiento no recuperan el control motor, pero la tecnología ha permitido crear varios aparatos que permiten a los pacientes comunicarse con los demás.
Tal es el caso del método ideado por el neurocientífico Phil Kennedy, que consiste de un sistema de electrodos aplicados en la parte alta de la cabeza del paciente, que detectan las señales del habla que trasmite su cerebro y las “traduce” con la ayuda de un sintetizador, la computadora las interpreta y el sintetizador la traduce casi automáticamente.
El síndrome de cautiverio se sospecha y busca en todo paciente en coma, pues es una especie de pseudo-coma. Su diagnóstico es clínico y generalmente requiere de exámenes complementarios para hacer un diagnóstico diferencial y precisar sus causas.
Una vez hecho el diagnóstico se debe definir el pronóstico de acuerdo a su etiología y el grado de compromiso anatómico. El tratamiento específico dependerá de las causas del caso.
El pronóstico del síndrome de cautiverio es bastante incierto, las principales causas de muerte por este síndrome son: respiratorias (neumonía, insuficiencia respiratoria, embolia pulmonar); extensión de la lesión de tronco; complicaciones cardíacas; sepsis; hemorragia digestiva; coagulación intravascular diseminada.