Los adolescentes obesos pueden tener daños en el corazón aun si no presentan síntomas, de acuerdo con los resultados obtenidos en una investigación de la Universidad de Pristina, en Kosovo.
Es necesario ofrecer educación sobre alimentación sana y actividad física en los colegios para prevenir la obesidad y las enfermedades cardiovasculares en los adolescentes. Este es un paso importante para prevenir estas patologías también en los adultos, afirma el Dr. Gani Bajraktari, médico clínico a cargo de la investigación.
La obesidad es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, y ya se sabía por estudios previos que los adultos obesos tienen daños en su corazón aunque no muestren síntomas.
Para el estudio analizaron a un grupo de adolescentes sanos, calculando su índice de masa corporal (IMC) y midiendo la circunferencia de sus cinturas y caderas, factores que sirven para medir el sobrepeso y la obesidad. Con esa información dividieron a los participantes en tres grupos: delgados, con sobrepeso y con obesidad, los médicos le hicieron a cada participante del ensayo estudios como electrocardiogramas y con esa información calcularon diversos aspectos del corazón, como el grosor de la pared posterior o la masa del ventrículo izquierdo.
También registraron medidas funcionales como la velocidad de contracción diastólica. Todos estos parámetros fueron relacionados con el IMC de los voluntarios.
El Dr. Bajraktari notó que los adolescentes obesos tenían corazones dañados aunque no presentaban síntomas de estar sufriendo una enfermedad. Por ejemplo, las paredes del corazón eran más gruesas y sus funciones sistólicas y diastólicas estaban afectadas.
El especialista afirma que es necesario llevar a cabo más estudios para analizar si perdiendo peso es posible que el corazón de los adolescentes vuelva a estar sano, es decir si es factible revertir los daños que la obesidad causa en el corazón.