Algunos alimentos, utilizados de forma inadecuada, pueden convertirse en peligrosos alucinógenos.
1. Nuez moscada
En pequeñas cantidades es un condimento que aporta sabor a los platos. Pero en altas dosis, diluída en agua o en jugos, se convierte en un poderoso alucinógeno. Su efecto dura más de 24 horas y puede producir taquicardia y convulsiones.
2. Té de floripondio
La Brugmansia vulcanícola, es una flor en forma de campana que crece como una enredadera silvestre. Debe sus propiedades alucinógenas a su alto contenido de escopolamina, una droga altamente tóxica que guarda en sus pétalos y hojas. Un té de estas flores provoca en pocos minutos estados de excitación, depresión, violencia y demencia temporal.
3. Azafrán
Derivado de los pistilos secos de la flor de Crocus sativus, en grandes cantidades, puede provocar efectos narcóticos similares a los del opio.
4. Pez Sarpa Salpa
Típico de las aguas del Mar Mediterráneo, sus poderes alucinógenos provienen de un compuesto llamado indol, presente en el plancton y en las algas que come. Su carne es segura para el consumo humano, pero no su cabeza: ahí se acumula este químico psicoactivo, capaz de provocar alucinaciones visuales y auditivas.
5. Lechuga
Si bien su uso cotidiano se restringe a las ensaladas, la lechuga utilizada como infusión puede resultar tóxica. Se afirma que el látex blanco y lechoso que segrega la planta cuando está madura alberga principios narcóticos y, en altas concentraciones, puede provocar alucinaciones similares a las del LSD.