Ayer se conmemoró el día mundial de lucha contra el cáncer colorrectal, que afecta principalmente a personas de los 50 a los 75 años, tanto hombres como en mujeres. Los exámenes periódicos para la detección oportuna son cruciales para este tipo de cáncer, donde hay un 90% de probabilidades de cura, si se descubre a tiempo
El cáncer colorrectal es un problema de salud pública en todo el mundo, tanto por la cantidad de mujeres y hombres afectados como por las complejidades que impone su abordaje. En México cada año se producen alrededor de 11.500 nuevos casos y 6.800 muertes por esta causa. Sin embargo, este cáncer tiene una característica que no tienen los otros de mayor incidencia y mortalidad: una lesión precursora, pólipo adenomatoso, que crece muy lentamente y durante muchos años.
Pueden transcurrir de 10 a 15 años antes de que se desarrolle la enfermedad, por lo cual hay tiempo suficiente para sacar los pólipos y evitar la aparición del cáncer. Los pólipos colorrectales y el cáncer colorrectal no siempre causan síntomas, especialmente al principio. Una persona puede tener pólipos o cáncer colorrectal y no saberlo. Por esta razón, son tan importantes las pruebas periódicas de detección de esta enfermedad.
Los principales síntomas pueden incluir:
Sangrado anal con la evacuación
Cambios en la forma habitual de evacuar
Dolores abdominales o rectales frecuentes
Anemia
Pérdida de peso
Sin embargo, estos síntomas no son específicos del cáncer de colon y recto y pueden ser producidos por otras enfermedades, razón por la cual si una persona tiene alguno de ellos es necesario que realice una consulta médica.
Tanto los pólipos precursores del cáncer colorrectal (adenomas) como los cánceres colorrectales tempranos (cuando la enfermedad se encuentra en su etapa inicial) pueden desarrollarse sin producir síntomas. Las personas que presenten síntomas deben realizarse una colonoscopia, para detectar la causa y proceder a su tratamiento. Varones y mujeres entre 50 y 75 años, sin síntomas ni antecedentes familiares, y sobre todo personas con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn (sin importar su edad), deben realizarse los exámenes. También aquellas personas que tengan familiares cercanos ,padres, hermanos o hijos, que hayan padecido cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos (sin importar la edad)
En cuanto a la prevención de este tipo de cáncer, se recomiendan medidas relacionadas con la dieta y el estilo de vida:
Dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas varias veces por día.
Limitar las calorías de la dieta y mantener el peso corporal adecuado.
Ejercicio físico regular (30 minutos por día o varias veces por semana).
Evitar el tabaco.
Disminuir la ingesta de bebidas alcohólicas.
Estas recomendaciones son de carácter general y constituyen la prevención primaria del cáncer de colon y recto, que junto a la resección de los pólipos por colonoscopía permiten prevenir la aparición de la enfermedad.