Comienza un nuevo día y depende de tu actitud si se convertirá en un día maravilloso o en un horror, uno de esos días en los que piensas que hubiera sido mejor no levantarse de la cama. Para que esto no ocurra te doy 10 consejos claves:
1.- Levántate de la cama con una actitud positiva. El sueño tras el sonar del despertador es un estímulo depresor que poco a poco va desapareciendo a medida que vamos despertando. El cuerpo necesita al menos media hora para activarse de nuevo y estar lúcido. Dedica esa media hora a las rutinas mañaneras (bañarte, desayunar, etc.). Media hora después ya podremos interactuar correctamente. Esto también es un truco para comenzar la jornada de buen humor y no disgustado. Date un tiempo de reacción e informa a los demás de la necesidad de tomártelo, así no habrá exigencias ni preguntas ni peticiones.
2.- Planificación. Si eres una persona muy ocupada y las tareas hace que tus días sean agobiantes desde primera hora, un truco sería realizar un organigrama la noche anterior. Dedica unos minutos a apuntar en un papel cual serán las tareas a realizar al día siguiente, el tiempo que necesitarás y el orden en que las realizarás. Utiliza tu agenda para consultar y apuntar. Recuerda que tendrás que mezclar tareas laborales y académicas con otras facetas (compras, médicos, etc.) Si dedicas ese tiempo a organizar el día siguiente, cuando te levantes por la mañana será un trabajo anticipado y sólo tendrás que releer el listado de tareas y seguirlo tal cual a lo largo del día. Así evitas agobios y prisas innecesarias. Recuerda que no siempre todo sale según lo previsto, tendrás que tener capacidad para reorganizarte sobre la marcha. También tu mente queda liberada, al no tener que retener información y temas pendientes, el estrés que provoca el miedo a olvidarte es contraproducente y te arruinará el día. Vistazos de vez en cuando a las tareas pendientes te harán estar más tranquilo y organizado.
3.-Mucha calma. Levántate unos minutos antes para que tu aseo personal y el desayuno no sea una carrera de obstáculos, esto también te hará sentir más estresado el resto del día. Si llegas tarde y te duchas corriendo y no desayunas, tu cuerpo responderá de mala gana y le estarás pidiendo que use una energía que no tiene. Al comenzar el día el cuerpo necesita reponerse debido al desgaste del sueño, lleva muchas horas sin comer y para reactivarse necesitará nutrientes y vitaminas. Ya sea en casa o al llegar al trabajo necesitas desayunar bien para poder continuar. Si no lo haces, la falta de azúcares y nutrientes harán que tu estado de ánimo decaiga ante cualquier contratiempo.
4.- Alégrate de la rutina diaria, eres un privilegiado por poder tener esto que repites todas las mañanas. Es muy fácil que te aburras de hacer lo mismo de lunes a viernes y que levantarte suponga un esfuerzo enorme. Seguramente que tus pensamientos al acostarte y al levantarte al día siguiente son negativos, tipo: “mañana a madrugar”, “estoy harto”, “que sueño tengo”, “cada día lo mismo”, etc. Recuerda que los pensamientos pueden hacer que tu estado de ánimo varíe. Esfuérzate por cambiar estos pensamientos y repetir todos los días pensamientos en positivo del tipo: “Que bien que tengo trabajo”, “soy un privilegiado por ello”, “levantarme cada día indica que estoy vivo y activo”, “el sábado iré a nadar y al cine”, “ a mediodía comeré con mi amiga”, etc.
5.- Llega a tu lugar de trabajo con una actitud positiva. Saluda a los compañeros y deséales un buen día. Ponte al día de los últimos acontecimientos del fin de semana o del día anterior.Cuenta lo que hiciste ayer por la tarde, la película que viste o la conversación que tuviste con un amigo, es una forma de intimar con los demás y de comenzar el día más tranquilo, sin obsesionarte por las tareas pendientes. Haz planes para el resto del día, sobre con quien comerás , a qué restaurante irás, etc. Si tienen más cosas en común aparte del trabajo la jornada laboral será más llevadera.
6.- Dedica tiempo a arregelarte tranquilamente. Intenta dedicar unos minutos a tu aspecto físico. Si te arreglas a tu estilo, estarás más seguro. Cuando nos sentimos guapos nuestro estado de ánimo también es más positivo. Dedica unos minutos la noche anterior a preparar la ropa que te pondrás. Elige cosas que te sienten bien y ocúpate de que tu ropa se pueda combinar de tal manera que la mayoría de las cosas te gusten. Si sales guapo por la mañana, el resto del día te sentirás bien. Si sales desaliñado, cualquier incidente puede ayudar a que negativices la jornada.
7.- Fórmulas para levantar el ánimo. Si crees que tienes tendencia a la negatividad y los días se te hacen cuesta arriba, tendrás que utilizar alguna estrategia que te ayude a sentirte mejor. Cuando te levantas puedes utilizar dos fórmulas muy distintas. Puedes repetir la siguiente frase: “A ver qué tal se me da hoy el día”. Esta frase incluye algo de negatividad y duda ya que pones en entredicho que se te pueda dar bien. Desde el principio del día apuestas porque algo saldrá mal, lo estás esperando e inconscientemente ocurrirá algo que tú interpretarás como negativo. Sin embargo, si utilizas la frase “Hoy es un buen día” resultará mucho más segura. Das por hecho que será un buen día y no lo dudas ni un momento. Repite todos los días al levantarte “Hoy es un buen día”.
8.- Soluciona los problemas. Cuando existen problemas de algún tipo, ya sea laboral, familiar, social, etc., el hecho de comenzar un nuevo día nos hace sentirnos mal. Lo principal es que soluciones el problema lo antes posible. Lo mejor que puedes hacer al levantarte es decirte “Hoy voy a hacer… para solucionar mi problema”. Es una forma de estimularte en positivo, ya que tienes la posibilidad de conseguirlo. Haz cada día el propósito nuevo de hacer algo para resolver el problema, así no tendrás la sensación de pasividad y tendrás más posibilidades de que dicho problema se solucione. Evita frases del día “Otra vez a discutir con el jefe”, “Otra vez tengo que verle la cara a…”, etc. Sólo ven la parte negativa y no solucionan el problema, además te harán sentir más desanimado.
9.- Repite todos los días al levantarte cuales son tus puntos fuertes como persona. Es importante que los tengas presentes y que los refuerces cada día. Ten en cuenta que ante un problema o un mal día es muy fácil que lo veas todo negativo y que no valores tus capacidades para resolverlo. Si te repites a menudo tus cualidades estarás más seguro de ti mismo.
10 .- Despídete de las personas que comparten casa contigo y deséales una buena jornada. El vínculo familiar es muy importante y la falta de comunicación a menudo empeora el estado de ánimo entre sus miembros. Mantente cordial con todos y despídete de manera cariñosa. Es una forma de mantener latente el apoyo que tienes en ellos cada día y te ayudará su recuerdo en momentos difíciles