1) La falta de inteligencia
Un estudio realizado por la Universidad de Londres, demostró que los hombres infieles no son tan inteligentes como los que son fieles a su pareja. Esto tiene que ver con la evolución humana. La historia de la evolución de la monogamia se considera un concepto relativamente nuevo, y los hombres más inteligentes y más evolucionados entienden esto más claramente que los menos inteligentes. Además, los hombres inteligentes pueden reconocer las ventajas que les proporciona una relación exclusiva y no la pondrían en peligro de manera tan irresponsable.
2) El poder provoca infidelidad
Hay hombres infieles en todas las clases sociales y niveles salariales (al igual que mujeres infieles). Los hombres que tienen un gran poder profesionalmente tienden a engañar más fácilmente a sus parejas. Las razones: la sensación adictiva del poder y la constante confirmación de su propio éxito en el área laboral, los lleva a buscar la misma situación fuera de ella, es decir con otras mujeres.
3) La rutina diaria
Es bueno acurrucarse juntos en el sofá y hacer zapping entre los programas de televisión. Pero si sus planes del fin de semana son siempre cenando frente al televisor, entonces existe un gran peligro de infidelidad. Los hombres que viven dentro de una relación poco variada, tienden más a menudo a hacer trampa. Estar con otras mujeres da a los hombres que llevan una relación rutinaria, el sentimiento de ser admirado pues anhelan con urgencia la autoafirmación.
4) Diferencia en los salarios
aUn estudio realizado por la Universidad de Cornell en Ithaka, E.U.A. revela que los hombres que son dependientes económicamente de sus mujeres cometen infidelidad cinco veces más que los hombres que tienen ingresos similares a los de su pareja femenina.
5) La crisis del tercer año
La creencia popular nos habla de que el séptimo año de relación es el más crítico, sin embargo, según los resultados del estudio de la Universidad de Göttingen que sufragó a 2600 engañados y 3334 infieles, el peligro de cometer una infidelidad es mucho más alto en el tercer año de la vida en pareja. En los hombres este peligro queda latente hasta el séptimo año de relación y en las mujeres hasta el sexto.
6) La frustración pone en peligro el placer de la pareja
Un efecto secundario de la frustración diara es también la disminución de la pasión en muchas relaciones sólidas. El erotismo se excluye en grandes proporciones en lugar de expandirse a la hora de amar, y la tasa de infidelidad aumenta dramáticamente. El resultado del estudio mostró claramente que cuatro de cada cinco encuestados optó por “bajarse del tren”, porque estaban insatisfechos sexualmente en su vida de pareja. Asimismo, esto se presenta muchas veces por la falta de comunicación.
7) Vivir en grandes ciudades
La infidelidad ocurre en todos lados, pero la tasa de hombres infieles que viven en ciudades muy grandes es mayor de los que viven en ciudades pequeñas. La ventaja de no ser descubiertos les brinda la gran oportunidad de ser infieles en reiteradas ocasiones.
8) La oportunidad hace al infiel
Muchas veces la infidelidad es cuestión de minutos: El deseo de tener sexo con una nueva pareja y jugar al peligro y a la aventura es bastante atrayente. La razón para hacer trampa sin mucho esfuerzo se da solamente con una buena oportunidad, principalmente en los hombres a diferencia de las mujeres infieles que tienden a involucrarse sentimentalmente.
9) Miedo a comprometerse
Por un lado, los hombres anhelan tener una relación estable y segura con una mujer, pero por otro, su miedo a ser dependientes de una relación monógama con emociones intensas los lleva a optar por relaciones ocasionales dónde las ataduras no son tela de juicio.
10) El embarazo
aUn estudio de la Universidad de Colorado revela que cuando la mujer está embarazada, la posibilidad de que su pareja le sea infiel se incrementa hasta cinco veces, aunque esto se comprobó solo en parejas que ya tenías problemas.
Fuente: Google Germany