Quienes se broncean en camas de bronceado se enfrentan a un aumento de 20% en el riesgo de cáncer de piel, y ese aumento en el riesgo llega al 87% si comienzan antes de los 35 años de edad, indica una investigación reciente dirigida por el Dr. Philippe Autier, director del Instituto Internacional de Investigación en Prevención de Lyon, Francia.
El estudio europeo indica que uno de cada veinte casos (5.4%) de la forma más letal de cáncer de piel, el melanoma, se puede atribuir al uso de camas de bronceado.
Los aparatos de bronceado UV bajo techo son dispositivos carcinógenos, y se debe aconsejar a las personas no acudir a salones de bronceado bajo techo ni comprarlos para uso privado, enfatiza el investigador Autier.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EUA, sopesa una prohibición de las camas de bronceado para los menores de 18 años. Ya existen prohibiciones en Brasil y Nueva Gales del Sur, y la idea aumenta en popularidad en Francia.
Dado que el uso de estos dispositivos no produce ningún efecto positivo para la salud, está en manos de los legisladores decidir cómo gestionar, minimizar o eliminar este riesgo, para determinar la relación entre las camas de bronceado y el cáncer de piel, los investigadores analizaron 27 estudios publicados entre 1981 y 2012. En total, identificaron más de 11,000 casos de cáncer de piel.
Este proceso, conocido como metaanálisis, intenta hallar patrones en varios estudios para descubrir conexiones entre investigaciones no relacionadas, al reunir los datos, los investigadores hallaron un aumento de 20% en el riesgo de desarrollar cáncer entre las personas que usaban camas de bronceado con regularidad, frente a las personas que nunca usaban los dispositivos. El riesgo aumentó a 87% si la persona comenzaba a broncearse antes de los 35 años, y aumentaba casi dos por ciento por cada sesión de bronceado adicional anotada por año.
De los casi 64,000 casos nuevos de melanoma que ocurren cada año en Europa más de 3,400 se pueden atribuir al uso de las camas de bronceado, también se calcula que, anualmente, el uso de las camas de bronceado provoca 800 muertes por este cáncer.
Los padres no solo deben preocuparse de que sus hijos usen camas de bronceado, sino que ellos también deben evitar estos dispositivos, según estos resultados, las camas de bronceado son peores que el sol en cuanto al riesgo de melanoma, los riesgos de las camas de bronceado son reales, y los resultados nocivos pueden resultar nefastos… en última instancia, la solución final podría ser una prohibición total, el cumplimiento de las recomendaciones de la FDA se deja a los estados individuales.
La mayoría de estados tienen un cumplimiento estricto, que requiere de registros en el centro para cada sesión que mencione el nombre, la fecha de la sesión, el tipo de piel, el tipo de equipo utilizado, y la duración de la exposición, de forma que los inspectores estatales puedan asegurar el cumplimiento con las regulaciones.
Fuente: Yale University School of Medicine