El síndrome de burnout, conocido como síndrome de desgaste profesional y más recientemente como síndrome de quemarse por el trabajo fue descrito por Freudenberger en los años setenta. Aunque existen múltiples definiciones, la más conocida es que se caracteriza por la presencia de altos niveles de agotamiento emocional, despersonalización y una reducida realización personal. El síndrome de burnout aparece cuando fracasan los mecanismos compensatorios de adaptación ante situaciones laborales con un alto y sostenido nivel de estrés.
El concepto mas importante es que el síndrome de burnout es un proceso, más que un estado y es progresivo.
El proceso incluye: exposición gradual al desgaste laboral, desgaste del idealismo y falta de logros.
Los síntomas más significativos del síndrome de burnout son:
Físicos: cansancio, trastornos del sueño, dolor de cabeza, disfunción eréctil, y manifestaciones gastrointestinales, principalmente.
Emocionales: irritabilidad, ansiedad, depresión, desesperanza,melancolía y baja autoestima.
Conductuales: agresión, actitud defensiva, cinismo, abuso de sustancias, frustración e incompetencia.
Relacionados con el trabajo: ausentismo, falta de rendimiento y robo.
Interpersonales: pobre y mala comunicación, falta de concentración y aislamiento.
EL síndrome de burnout se observa con mayor frecuencia en trabajos con un desajuste entre las demandas y los recursos, especialmente en personas con unas expectativas idealistas que encuentran una realidad frustrante. Las cifras de prevalencia del síndrome de burnout varían. En el desarrollo del síndrome de burnout intervienen factores ambientales, culturales y personales. Entre los factores ambientales se ha observado que los trabajadores del sector de servicios y los profesionales y docentes, son los que presentan mayor prevalencia de burnout. Además, entre los profesionales se ha encontrado diferencia en la intensidad del síndrome de burnout entre las distintas profesiones, y en el seno de una misma profesión hay variabilidad según contextos sociales, culturales, económicos y políticos. Algunos autores han observado que la sociedad occidental, generadora de competitividad y materialismo, predispone a experimentar el síndrome de burnout. Otros consideran que es un problema transnacional y transcultural.
Con respecto a los factores individuales relacionados con menor presencia del síndrome de burnout se han estudiado diversos rasgos de la personalidad, el optimismo, la afectividad y la autoestima.
Fuente: Noticieros Televisa.