La hipnosis es un estado mental o de un grupo de actitudes generadas a través de un procedimiento llamado inducción hipnótica. Usualmente se compone de una serie de instrucciones y sugerencias preliminares, dichas sugestiones pueden ser generadas por un hipnotizador o pueden ser autoadministradas (autosugestión o sugestión autohipnótica). El uso de la hipnosis para uso terapéutico se conoce como hipnoterapia.
La medicina se ha interesado desde hace mucho tiempo por la hipnosis, su utilización más genuina como parte de terapias alternativas, así como su propia naturaleza (la de una experiencia personalísima y difícilmente reproducible en condiciones medibles y normalizadas) ha hecho que la mayor parte no tenga la consideración propia de las disciplinas científicas, sino las de las pseudociencias.
El uso moderno de técnicas de escaneamiento cerebral ha permitido una mejora de los conocimientos sobre hechos en torno a este fenómeno, como la obtención de imágenes del funcionamiento del cerebro en estas condiciones particulares. El principal uso terapéutico de la hipnosis en el mundo es ayudar a dejar de fumar, y ha ayudado a dejar de fumar a muchas personas en el mundo desde hace más de cuarenta años. La riqueza de la hipnosis como técnica para ayudar a la deshabituación del tabaco es múltiple, por una parte porque merma el deseo al mantener la concentración dirigida a otros estímulos, por otra modifica la percepción del tabaco haciendo que se vea lo que realmente se estaba fumando, y por otra elimina completamente la ansiedad permitiendo superar el síndrome de abstinencia.
La hipnosis es la técnica menos invasiva en el tratamiento de fobias, desde la simple sensación de rechazo que producen algunos insectos al pánico que impide volar en avión, o salir solo a la calle, muchas fobias se pueden corregir mediante el uso de la hipnosis.
En un análisis que se llevó a cabo en 1996 en que se combinaba hipnosis con terapia cognitiva-conductual se encontró que las personas que usaban ambos tratamientos perdían más peso que aquellas a las que únicamente se les aplicaba la terapia congnitiva-conductual.
Las aplicaciones hipnóticas en los campos de la salud, la psicología y la medicina, a menudo se experimentan de manera diferente. La evidencia apoya su uso clínico para controlar el dolor, el peso, el tratamiento del Síndrome de colon irritable.
La hipnosis clínica está basada en una modalidad de relación bipersonal o multipersonal, y se debe ver también como una forma de comunicación, donde el terapeuta se comunica con el mundo de su paciente, a través de vivencias que provoca en él por medio de la palabra. Tomando como elemental punto de partida el comunicar en primer término sensaciones de reafirmamiento, de seguridad, de cuidado, consideración y respeto. De este modo a través de esa relación de comunicación, permite que el paciente atenúe sus mecanismos de defensa de vigilia y se permita alcanzar un estado de intensa serenidad física y mental, de tranquilidad, un profundo estado hipnótico al volcarse sobre sí mismo.
La hipnosis clínica se le puede ver claramente como un fenómeno de comunicación Sui-generis, específico especial, que evoca la comunicación de un ser protegido y de un protector, totalmente desprovista de elementos mágicos o de presunta posesión de poderes por parte de hipnoterapeuta. No existe la posibilidad de posesión de poderes, pues del mismo modo que una persona alcanza un estado de trance mediante la labor de un hábil psicólogo o hipnólogo también puede alcanzar ese mismo y profundo estado con el empleo de una grabación.
La hipnosis por un lado sigue siendo investigada y aplicada en su forma clásica, pero al mismo tiempo ha generado nuevas disciplinas y líneas de investigación. Entre ellas, se ha desarrollado la programación neurolingüística o PNL.