Si has perdido a un ser querido, es posible que pases por todo tipo de emociones. Es probable que estés triste, preocupado o asustado. Tal vez no estés preparado, estés impresionado o confundido. Puedes sentirte enojado, engañado, aliviado, culpable, exhausto o simplemente vacío, todas estas emociones son reacciones naturales frente a la muerte.
El duelo es la reacción emocional, física y espiritual en respuesta a la muerte o a una pérdida.
El proceso de duelo es gradual y dura más en algunas personas que en otras. La pérdida de un ser querido puede ser estresante. Aquí hay algunas cosas que quizás te ayuden:
•Recuerda que la aflicción es una emoción normal. Debes saber que la aflicción puede desaparecer (y va a desaparecer).
•Participa en los rituales. Los servicios religiosos, los funerales y otras tradiciones ayudan a las personas a superar los primeros días y a honrar a la persona que falleció.
•Reúnete con otros. Incluso las reuniones informales de familiares y amigos brindan una sensación de apoyo y ayudan a la gente a no sentirse tan aislada durante los primeros días y semanas del duelo.
•Cuando puedas, habla de ello. A algunas personas les ayuda contar la historia de su pérdida o hablar de sus sentimientos. En ocasiones, una persona no tiene deseos de hablar. Eso también está bien. Nadie debe sentirse presionado a hablar.
•Exprésate. Aún cuando no sientas deseos de hablar, encuentra maneras de expresar tus emociones y tus pensamientos. Comienza a escribir un diario sobre los recuerdos que tienes de la persona que perdiste y de cómo te sientes desde la pérdida. O escribe una canción, un poema o un tributo a la persona que falleció. Puedes hacerlo de manera privada o compartirlo con otros.
•Haz ejercicio. El ejercicio puede cambiar tu humor. Puede resultar difícil sentirse motivado; por lo tanto, modifica tu rutina normal si es necesario.
•Únete a un grupo de apoyo Debes recordar que no tienes porque estar sólo con tus sentimientos o tu dolor.
•Crea un memorial o un tributo. Planta un árbol o una planta, o recuerda a la persona con algo saludable, como participar en un maratón o caminata a beneficio (por ejemplo, una carrera por el cáncer de mama) en honor del ser amado.
Si tu dolor no disminuye después de un tiempo de la muerte del ser amado, es posible que desees recibir ayuda. Si el duelo se transformó en depresión, es muy importante que recibas tratamiento.