La marihuana puede ser útil para personas con artritis reumatoide y otras condiciones porque puede contribuir a aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover el sueño. Pero a diferencia de otros padecimientos que ocasionan dolor, como la osteoartritis, la artritis reumatoide se asocia con un mayor riesgo de problemas de pulmón y de infartos cardiacos. Hay que recordar que la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que ataca las articulaciones y ocasiona múltiples daños a la salud.
No queda claro si el fumar marihuana es una forma segura de reducir el dolor en las personas con artritis reumatoide o si puede incrementar el riesgo de condiciones patológicas asociadas a la artritis reumatoide. Y si es que se considera adecuado el uso medicinal de la marihuana para la artritis reumatoide, hay que determinar cual es la manera más segura de administrarla: en tabletas o en spray, en lugar de fumada.
Fumar marihuana incrementa la frecuencia cardiaca y un estudio realizado por el Instituto Nacional del Abuso de Drogas de los E.U.A. demostró que el riesgo de un infarto cardiaco se incrementa cinco veces en la hora que sigue a haber fumado la marihuana.
El uso medicinal de la marihuana sigue siendo controvertido, de hecho no está aprobado por la Food and Drug Administratión (FDA), la oficina que rige el control de los alimentos y medicamentos en los Estados Unidos.
La marihuana cuenta con cientos de químicos, pero el mejor conocido es el delta-9-tetrahydrocannabinol o THC (por sus siglas en inglés). El THC es el que produce la sensación placentera que se presenta a fumar o comer productos hechos con marihuana.
Pero el THC también se une a receptores en el cerebro que producen un efecto analgésico. También reduce la ansiedad que experimentan algunas personas que deben lidiar con el dolor crónico.
Típicamente, la marihuana se fuma lo cual produce una rápida absorción al torrente sanguíneo de la sustancia, afirma la Dra. Kathryn Cunningham, directora del Centro para Investigación en Adicciones de la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston. La Dra. Cunningham dice que la marihuana también puede inhalarse calentándola en una vaporizador e ingerirse en productos comestibles como pasteles, pero en estos casos el efecto es más tardío porque pasa por el estómago.
También existen fármacos como el Marinol (dronabinol) y el Cesamet (nabinole), que son versiones sintéticas del THC en forma de pastillas que pueden ser prescritas para pacientes con SIDA y enfermos con cáncer que están siendo sometidos a quimioterapia. Otro medicamento llamado Sativex, un spray bucal con THC y cannabidiol, no está disponible en los Estados Unidos, pero se usa en Canadá y Europa para aliviar el dolor en las personas con cáncer y esclerosis múltiple.
En los Estados Unidos la Marihuana es ilegal a nivel federal pero como medicamento está permitida en algunos estados como Alaska, Arizona, California, Colorado, Delaware, Hawaii, Maine, Michigan, Montana, Nevada, New Jersey, New Mexico, Oregon, Rhode Island, Vermont y Washington. En México la marihuana es ilegal y existe un debate en torno a la legalización de la misma o para su uso medicinal.
Nuevamente recalco que el uso medicinal de la marihuana no está regulado por la FDA en los Estados Unidos y no hay estudios a gran escala que demuestren su seguridad y eficacia por condiciones que ocasionan dolor crónico. Los únicos estudios existentes son poco representativos y patrocinados por los laboratorios fabricantes de los medicamentos con marihuana.
Fumar marihuana puede incrementar la frecuencia cardiaca de una persona hasta por tres horas, de acuerdo con el Instituto Nacional del Abuso de Drogas de los Estados Unidos. La marihuana también contiene carcinógenos (posiblemente de 50 a 70 por ciento más que los cigarrillos de tabaco) lo cual hace que fumar marihuana sea riesgoso para pacientes con artritis reumatoide que de por sí sufren de problemas pulmonares.
Aún en los estados de E.U.A. donde la marihuana medicinal está permitida no todos los médicos la recetan. Por ejemplo, la Dra. Helen Mbakwe, de Centro de Medicina Interna y Endocrinología de Washington no se siente cómoda con la falta de control y regulación de la marihuana medicinal. La Dra. Mbakwe dice que otros medicamentos como el metotrexate tratan la enfermedad autoinmune y por lo tanto la raíz del padecimiento y por lo tanto pueden controlar el dolor y la inflamación en combinación con medicamentos para el dolor como los antiinflamatorios no esteroideos. (El metotrexate y otros medicamentos son considerados como drogas antireumáticas modificadoras de la enfermedad porque pueden retrasar o prevenir el daño ocasionado por la artritis reumatoide en el cuerpo).
Por otro lado, mientras la marihuana puede ayudar con el dolor, nada hace para frenar la progresión de la enfermedad y el daño a los órganos, afirma la Dra. Mbakwe. Comenta que si enmascaramos estos síntomas al dar a los pacientes marihuana y euforia, la enfermedad seguirá progresando, empeorando el daño de los órganos y favoreciendo el desarrollo de severos problemas.