Varios estudios revelan que el consumo de alcohol favorece el desarrollo de cáncer de mama, especialmente cuando una mujer consume dos o más copas al día. Pero un nuevo estudio, publicado en la edición de octubre del 2011 del FASEB Journal (The Journal of The Federatión of American Societies for Experimental Biology), asevera que el resveratrol, el ingrediente mágico responsable de la mayoría de los beneficios del vino tinto, puede frenar el crecimiento de las células del cáncer de mama al bloquear los efectos del estrógeno.
Durante el ciclo menstrual, el estrógeno generalmente desencadena la proliferación de células en la capa interna de las glándulas productoras de leche. Cuando la mujer no se embaraza, los niveles de estrógeno caen al final del ciclo menstrual y las glándulas productoras de leche se deterioran y mueren. Debido a que los estrógenos no pueden hacer la diferencia entre células normales y células cancerosas, favorecen la diseminación de células cancerosas de la misma forma que lo hacen con células normales. De hecho, muchos medicamentos empleados para tratar el cáncer de mama están enfocados a bloquear selectivamente el efecto de los estrógenos.
En este reciente estudio, los investigadores trataron las células cancerosas con resveratrol y compararon su crecimiento con las células no tratadas. El crecimiento de las células tratadas con resveratrol se redujo significativamente y los exámenes mostraron que esta reducción del crecimiento de las células se debió a que el resveratrol redujo drásticamente los niveles de receptores estrogénicos.
El Dr. Gerald Weissmann, editor en jefe del FASEB Journal dijo que si bien estos descubrimientos son sumamente interesantes, de ninguna manera implican que las mujeres deben tomar vino tinto o suplementos de resveratrol para tratar su cáncer de mama. Lo que si menciona el Dr. Weissmann es que los científicos no han terminado de descifrar los secretos para la buena salud que esconden diversos productos naturales como es el caso del vino tinto.
Otro estudio, llevado al cabo por investigadores del Reino Unido, observa los efectos de los beta bloqueadores – medicamentos comúnmente empleados para tratar la hipertensión y los problemas de corazón – en el cáncer de mama. Se vio que los beta bloqueadores pueden prevenir el movimiento de las células y en consecuencia reducir las metástasis, es decir la diseminación a otros órganos, de las células del cáncer de mama. Aunque los resultados de los beta bloqueadores en relación con el cáncer de mama parecen ser prometedores, no hay resultados contundentes aún.
