El estrés es una condición que todas las personas experimentan en algún momento de su vida. Niños, adolescentes y adultos están expuestos al estrés. Si bien el estrés es útil para alcanzar nuestros objetivos y adaptarnos a las circunstancias que nos impone la vida, el exceso de estrés puede llevar al individuo a la deriva.
Cuando una persona está sometida a un nivel de estrés que no puede manejar, suele experimentar tensión, irritabilidad, ansiedad, dificultad para tomar decisiones, indiferencia ante los sentimientos de los demás, pérdida de interés en actividades habituales, pérdida o incremento del apetito, pesadillas, falta de sueño, dolor de cabeza y enojo.
Existen varios tipos de estrés, el que sobreviene por una situación repentina, inesperada y momentánea como por ejemplo un desastre natural, conflictos en una relación o muerte de un ser querido (estrés postraumático) y el estrés continuo que se presenta todos los días y que el individuo va acumulando paulatinamente hasta “explotar”. Ambos tipos de estrés pueden sobrellevarse e incluso eliminarse con ciertas acciones sencillas que todos podemos tomar:
1.- Aliméntate sanamente
.- Para lidiar con el estrés es necesario estar físicamente entero y para ello lo ideal es comer de manera saludable y balanceada, no en exceso ni dejar pasar más de 5 horas sin ingerir alimentos. Come frutas y verduras en cantidad suficiente y procura mantenerte alejado de los alimentos fritos y con exceso de azúcar.
2.- Haz ejercicio
.- El ejercicio es fundamental para “liberar” estrés. Al hacer ejercicio no solo distraemos nuestra mente de los problemas sino liberamos endorfinas que nos generan una sensación de placer. Procurar establecer un plan de ejercicios semanal de acuerdo con el tiempo que puedas dedicar a ello. Un mínimo de 30 minutos al día es indispensable.
3.- Duerme
Está ampliamente demostrado que la falta de sueño contribuye a estar irritable, de mal humor y tomar malas decisiones. Si bien el estrés puede quitar el sueño, la falta de sueño ocasiona más estrés lo cual genera un círculo vicioso. Establece medidas de higiene adecuadas para dormir. Evita las bebidas con cafeína 5 horas antes de ir a la cama, cena ligero antes de dormir, practica técnicas de relajación o yoga para conciliar el sueño.
4.- Externa tus emociones
Hay personas que parecen muy relajadas, nunca se quejan y no parecen experimentar estrés. La realidad es que en la mayoría de los casos “se tragan” todos sus sentimientos y eso a la larga repercute negativamente en su salud. Cuando una está estresado es importante hablar, conversar con una persona acerca de sus problemas, externarlos con alguien de confianza, no necesariamente para encontrar soluciones, que si pueden surgir, pero para liberarse de los pensamientos constantes en torno a la situación estresante.
5.- Evita el alcohol y las drogas
Si bien el alcohol y las drogas dan la impresión de ayudar a lidiar con el estrés, a la lardo crean problemas y aumentan los niveles de estrés. Una copa de vez en cuando con los amigos puede funcionar para distraer la mente, pero sentarse frente a un vaso de whiskey todas las noches después de la jornada laboral predispone una larga lista de problemas de salud física y emocional.
6.- Date un espacio
A veces pensamos que somos indispensables y que sin nosotros lo que nos importa en la vida deja de funcionar. La realidad es que el dicho de “no se necesita al que viene ni se extraña al que se va” es muy cierto. La mayoría de las organizaciones, ya sean familiares o laborales pueden funcionar adaptándose a la ausencia momentánea de uno de sus integrantes. Así que cuando sientas que necesitas de una espacio para ti, tómalo, ya sea vacacionando o simplemente haciendo la actividad que más disfrutas y que puede distraer tu mente de los problemas cotidianos.
7.- Aprende a reconocer cuando necesitas ayuda
