La rinitis alérgica modifica el estado anímico de los pacientes, si no se diagnostica y trata de manera oportuna, puede propiciar síntomas depresivos, irritabilidad, cansancio, ansiedad y tristeza, comenta el Dr. Hugo Neffen, jefe de la Unidad de Medicina Respiratoria del Hospital de Niños Orlando Alassia de Santa Fe en Argentina.
Los cuatro síntomas principales de la rinitis alérgica son los estornudos, la secreción nasal, el prurito (comezón) nasal y la congestión nasal, y en más de la mitad de los casos se presentan síntomas oculares asociados, lo que se denomina rinoconjuntivitis.
La afección ocasiona problemas para dormir y trastornos del estado de ánimo por la dificultad en la respiración. Los pacientes suelen experimentar síntomas depresivos, irritabilidad, cansancio, ansiedad y tristeza, alerta el Dr. Neffen.
De acuerdo con la Academia de Asma, Alergia e Inmunología de EUA, la rinitis alérgica afecta a entre el 10 y el 30% de la población mundial. Y los casos suelen aumentar en primavera. Sin embargo, muchos de los pacientes no son diagnosticados ni reciben el tratamiento adecuado.
Hay una subestimación del paciente que se acostumbra a vivir con la alergia nasal y no concurre al médico, a lo sumo va a la farmacia y pide un medicamento de venta libre para calmar los síntomas.
De acuerdo con el especialista, existen fármacos que por vía nasal alivian la rinitis alérgica. También hay tratamientos con vacunas para evitar la exagerada respuesta inmune (causante de los síntomas) a los alérgenos que sensibilizan a los pacientes y no son evitables como: ácaros, hongos aerógenos y polénes, entre otros, para mejorar el manejo de la rinitis se deben promover programas de educación dirigidos a la medicina de atención primaria y pediatría, que son los médicos que tratan a la mayoría de los pacientes con rinitis alérgica.
