El resfriado también llamado rinofaringitis o gripe es de origen viral. El resfriado común se caracteriza por congestión nasal, escurrimiento de moco por la nariz o rinorrea, estornudos, lagrimeo, dolor de garganta y de cabeza, tos, falta de apetito, malestar general y en ocasionaes fiebre.
Los principales virus que ocasionan el resfriado común son los rhinovirus. El resfriado común constituye uno de los principales motivos de consulta médica y ausentismo escolar y laboral. Los niños pequeños pueden contraer muchos resfriados cada año y por lo regular son contagiados por otros niños en guarderías.
La incidencia del resfriado común aumenta durante los meses fríos y lluviosos. Se considera normal que los niños tengan hasta 6 resfriados al año, especialmente a partir del momento que comienzan a ir a la guardería o la escuela. En los adultos se considera aceptable hasta 4 episodios de resfriado al año.
La transmisión del resfriado se produce por contacto directo o por diseminación de las gotitas de saliva e indirectamente a través de objetos o superficies contaminadas por secreciones de personas infectadas.
El período de incubación del resfriado, es decir el tiempo que transcurre entre el contagio y el inicio de los síntomas, varía entre 12 y 72 horas.
El diagnóstico del resfriado se fundamenta básicamente en el cuadro clínico y el tratamiento del resfriado consiste en reducir los signos y síntomas asociados como tos, malestar general, congestión y escurrimiento nasal mediante algún antigripal, sin exceder la dosis recomendada. No existe un tratamiento específico. Hay que destacar que una mujer embarazada no debe ingerir un medicamento antigripal sin consultar a su médico.
El uso de antibióticos para tratar un resfriado común no es recomendable ya que no ayudan y pueden empeorar la situación. La presencia de secreción nasal amarilla o verdosa es normal con un resfriado común después de unos días.
La mayoría de los síntomas del resfriado desaparecen al cabo de una semana, aunque la tos puede persistir por otra semana. Si todavía se siente enfermo después de 7 días, es importante consultar al médico para descartar una infección en los senos paranasales o en las vías respiratorias bajas.
Existen cinco formas comprobadas para ayudar a reducir las probabilidades de contraer un resfriado común:
Lavarse las manos: los niños y los adultos deben lavarse las manos después de limpiarse la nariz y evitar tocarse la cara.
Desinfectar: limpiar las superficies de contacto común con una sustancia capaz de acabar con el virus.
Usar desinfectantes manuales instantáneos: Al contener alcohol destruyen fácilmente los gérmenes, son un antiséptico, un pequeño toque acabará con el 99.99% de los gérmenes que ocasionan el resfriado sin necesidad de agua ni toallas.
Utilizar toallas de papel en lugar compartir toallas de tela para secarse las manos para prevenir el contagio de un resfriado y cuando se tiene, evitar su propagación.
Ingerir una cantidad suficiente de vitamina C al días, especialmente en la dieta. Las frutas ricas en vitamina C son la naranja, toronja, limón, la piña, fresa y guayaba, entre otras.
Además vacunarse cada año contra la gripe contribuye a prevenir o cuando menos reducir la intensidad de los síntomas del resfriado.
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