Una de las definiciones del éxito es la perspectiva externa de indicadores tangibles de la carrera profesional de una persona y éstos involucran ocupación, familia, movilidad, atributos de la tarea, ingresos y nivel del cargo. El éxito profesional subjetivo es la evaluación interna de una persona acerca de su carrera profesional a través de cualquier dimensión que sea importante para ella; pueden ser el ingreso, ubicación del trabajo, seguridad laboral, estatus, capacitación constante, progresión en diferentes cargos, tiempo para la familia, etc.
De los factores antes mencionados, existe uno que no está propiamente en el lugar de trabajo, nuestro cónyuge. Así es, los aumentos de sueldo, las promociones y otras medidas de éxito laboral, no sólo resultan de nuestro propio desempeño dentro de la empresa, también se ven influidas por el esposo o la esposa.
El Dr. Joshua Jackson, profesor de psicología de la Universidad de Washington en St. Louis, realizó un estudio que demuestra que no sólo es nuestra propia personalidad la que influye en las experiencias que conducen a un mayor éxito en el trabajo, sino que la personalidad de nuestro cónyuge también importa.
Es la primera investigación que analiza cómo los rasgos de la personalidad de nuestra pareja desempeñan un papel en la determinación de ser más exitosos en la carrera que ejercemos. La personalidad del cónyuge influye en muchos factores diarios que se acumulan a través del tiempo empujándonos a muchas de las acciones necesarias para recibir una promoción o un aumento de sueldo.
Para obtener resultados del Dr. Jackson analizó los estudios de cinco años de cerca de 5,000 personas casadas entre los 19 hasta los 89 años, donde 75 % de ambos cónyuges trabajaba.
Se analizaron los datos de los participantes a través de una serie de pruebas psicológicas que evaluaron cinco medidas de personalidad (apertura a nuevas experiencias, responsabilidad, extroversión, amabilidad) e inestabilidad emocional.
En un esfuerzo por medir si estos rasgos de personalidad de la pareja podrían filtrarse hasta el lugar de trabajo, los investigadores siguieron el desempeño de las personas mediante la aplicación de encuestas anuales diseñadas específicamente para medir el éxito laboral. Se encontró que en los trabajadores que obtuvieron mayores puntuaciones existía la tendencia de tener cónyuges con una personalidad con altos niveles de responsabilidad.
Este hallazgo muestra que tener un cónyuge con alto nivel de responsabilidad contribuye al éxito del lugar de trabajo de varias maneras, a través de un proceso conocido como outsourcing, donde el esposo o esposa que trabaja confía más tareas domésticas a su pareja, como el pago de facturas, la compra de alimentos y crianza de los hijos. Esto ayuda a que los empleados sean propensos a emular algunos de los buenos hábitos de sus cónyuges en el ámbito laboral. Además tener un cónyuge que mantiene la vida personal tranquila ayuda a reducir el estrés, haciendo más fácil lograr un equilibrio entre una buena vida familiar y otra laboralmente productiva.
Además de esto, se destaca el rasgo de la elección de pareja. Anteriormente, se pensaba que las personas buscamos parejas que tuvieran altos niveles de amabilidad y bajos rasgos de narcisismo, y el estudio destaca que los individuos con metas profesionales ambiciosas buscan parejas con rasgos de personalidad responsable.
