Trastornos de la menstruación

En algunas mujeres los trastornos de la menstruación son lo suficientemente graves para interferir con sus vidas

Los trastornos menstruales más frecuentes son el síndrome premenstrual (SPM) y el dolor que aparece durante la menstruación (dismenorrea). Un conjunto de interacciones hormonales controlan el comienzo de la menstruación durante la pubertad, los ritmos y duración de los ciclos mientras la mujer es fértil, así como en el fin de la menstruación, la menopausia.

Cuando las mujeres empiezan a familiarizarse con la regla aprenden a distinguir, aunque sea vagamente, los signos de cada fase del ciclo menstrual. Dependiendo del ciclo menstrual los síntomas pueden variar:

En la fase de preovulación (días posteriores a la regla) se tiene la sensación de plenitud, de energías renovadas y fuerza.
Durante la fase de ovulación (unas dos semanas después de la regla) es frecuente experimentar un dolor punzante en un lado de la parte baja del vientre y un aumento de la secreción vaginal, o flujo.
La fase de postovulación (unos días antes de la regla) es la fase en la que hay más cambios físicos y  psícológicos, hasta el punto que algunas mujeres pueden sufrir el Síndrome premenstrual, aquí los síntomas más comunes son un sentimiento de tristeza y melancolía, falta de concentración, hinchazón en el bajo vientre y aumento de la grasa en piel y cabello.
En la menstruación o sangrado la hemorragia es la característica principal, que puede durar entre 3 y 7 días. La cantidad de flujo perdido varía dependiendo de cada mujer, aunque la media de sangrado perdido equivaldría al volumen de una taza de té. El 90 % se expulsa durante los primeros 3 días de regla. Otros síntomas propios de esta fase son: Dolores en el bajo vientre (parecidos a los retortijones), dolor de espalda y piernas, mareos, náuseas, vómitos y diarrea.

Tipos de Trastorno de menstruación
Un tercio de las mujeres sufre dismenorrea o reglas muy dolorosas, el dolor es parecido al de un retortijón, pero más intenso y puede llegar a acompañarse de náuseas, vómitos o mareos. Es el médico quien determina el tratamiento más adecuado para cada caso, algunos estudios indican que la dismenorrea puede estar relacionada con un exceso de producción de prostaglandinas. Algunas mujeres encuentran cierto alivio dándose un baño caliente y relajante o con un masaje relajante en el abdomen, en cuanto aparecen las primeras señales de dolor.

Menstruaciones irregulares

No son muchas las mujeres que tienen un periodo «exacto», es decir, de 28 días. De hecho, muchas tienen ciclos menstruales de más o menos días, por lo que se considera normal la oscilación entre los 21 y los 35. Cuando el ciclo supera las seis semanas de duración ya se considera irregular, aunque no es preocupante en los primeros años de la menstruación, porque pasa algún tiempo hasta que los ciclos se regulan. Estos ciclos inusualmente largos pueden ser oligomenorreas (un número excesivamente bajo de reglas al año) o bien amenorreas (ausencia de regla). Las oligomenorreas pueden deberse a algún trastorno de tipo hormonal o simplemente obedecer al propio ciclo natural. Para descartar posibles enfermedades que lo causen es necesario acudir al ginecólogo, que realizará los análisis y exámenes pertinentes.

La razón más habitual de amenorrea, si siempre ha tenido un periodo regular, es el embarazo. Pero también se relaciona con los cambios en la dieta, un exceso de actividad física o estrés.

Reglas muy abundantes

Algunas mujeres sufren periodos o reglas muy abundantes, un sangrado excesivo no tiene que significar que algo esté mal, a veces se produce cuando se ha dejado de tomar la pastilla anticonceptiva o tras un parto o en mujeres próximas a la menopausia. Si la regla abundante aparece de forma repentina y sin razones obvias, es motivo de consulta al médico. Además, si junto con la menstruación excesiva se siente especialmente cansada, puede que esté sufriendo anemia.

No todas las mujeres sufren el síndrome premenstrual, aunque tengan molestias los días previos a la regla. Para que se considere un síndrome, tienen que ser molestias concretas además de la sensación de tristeza y de tensión propias de este periodo premenstrual. Sus síntomas abarcan desde aspectos físicos hasta psicológicos. Dentro del primer grupo se pueden señalar:

Tensión mamaria
Hinchazón (cara, abdomen, dedos)
Dolor de cabeza (migrañas)
Cambio de apetito (antojo de dulces)
Acné o urticaria
Estreñimiento o diarrea
Palpitaciones
Cambios en el interés sexual
Cambios en el sueño
Rigidez muscular
Dolor de espalda
Asma
Rinitis
Por su parte los cambios psicológicos que puede sufrir la mujer son:

Depresión
Sentimiento de tristeza, melancolía
Cansancio y fatiga
Tensión o intranquilidad
Ansiedad
Irritabilidad y agresividad
Dificultad de concentración
Los síntomas suelen aparecer en los días previos a la menstruación y desaparecen con la hemorragia, es más frecuente entre las mujeres treinteañeras y las que ya tienen hijos, aunque no se sabe bien por qué aparece, en los casos más fuertes del síndrome, puede ser necesario recibir un tratamiento médico. Para otras mujeres pueden ser útiles los siguientes consejos:

Alimentación: Hacer una dieta sana, rica en verduras y frutas. Reducir el consumo de sal para evitar la hinchazón y comer un poco más de azúcar de lo habitual, pues puede ayudar a regular el nivel de glucosa si se siente falta de energía.
Ejercicio: Practicar ejercicio de forma regular.
Relajación: Evitar en lo que pueda situaciones estresantes. Aprender métodos de relajación.

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