Síndrome del Celibato

En Japón, el 45% de las mujeres entre 16 y 24 años, y más del 25% de los hombres, no se interesan por el contacto físico


La población japonesa menor de 40 años parece estar perdiendo interés en las relaciones convencionales. Son millones los que ni siquiera salen con otra persona, y cada vez son más los que han perdido todo interés en el sexo, el “síndrome del celibato” forma parte de una inminente catástrofe nacional según reporta el gobierno. Japón tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo. Se pronostica que su población de 126 millones de habitantes, que se ha ido reduciendo en los últimos diez años, declinará un tercio más para 2060.

La cantidad de personas solas ha alcanzado una cifra récord. Una encuesta de 2011 determinó que la tercera parte de los menores de 30 años nunca había salido con nadie.

Si bien hace mucho que en Japón hay una pragmática separación entre amor y sexo, al sexo tampoco le va bien. Una encuesta que realizó este año la Asociación de Planificación Familiar de Japón, que comprobó que el 45% de las mujeres de entre 16 y 24 años “no estaban interesadas en el contacto sexual o lo rechazaban”. Más de la cuarta parte de los hombres sentía lo mismo.

En 2012 nacieron en Japón menos bebés que en cualquier otro año de que se tenga registro. (También fue el año en que los pañales para incontinencia de adultos se vendieron por primera vez en el país más que los pañales de bebés.) Kunio Kitamura, que dirige la Asociación de Planificación Familiar de Japón, afirma que la crisis demográfica es tan grave que Japón “podría terminar por extinguirse”.

Los japoneses menores de 40 no se multiplican por deber, como lo hicieron las generaciones de la posguerra. El país vive una gran transición social después de 20 años de estancamiento económico. También lucha contra los efectos en su ánimo ( marcado por la destrucción nuclear) los terremotos, el tsunami y la fusión radiactiva de 2011.

Un gran número de hombres y mujeres dicen que no entienden qué sentido puede tener el amor. No creen que pueda llevar a ninguna parte. Las relaciones se han vuelto demasiado difíciles.

El matrimonio ha pasado a ser un campo minado de opciones sin atractivo. Los hombres japoneses le dan menos importancia a la carrera y son menos solventes en momentos en que la estabilidad laboral se ha desvanecido. Las mujeres japonesas se han vuelto más independientes y ambiciosas,las actitudes conservadoras persisten en hogares y lugares de trabajo. El mundo empresarial japonés hace casi imposible que las mujeres combinen carrera y familia, y los hijos son algo prohibitivo a menos que ambos padres trabajen.

Las tendencias sociales provocan que haya menos sexo y menos matrimonios y también llevaron a un fuerte descenso en el índice de natalidad en Japón. Este problema se combina con tasas bajas de inmigración para llevar a Japón al borde de lo que algunos temen será un precipicio demográfico.

Los jóvenes al carecer de objetivos a largo plazo comunes, recurren a la gratificación fácil o instantánea del sexo casual y la tecnología: porno online, “novias” virtuales, animé, se abstienen y reemplazan el amor y el sexo por otros pasatiempos urbanos.

“El matrimonio es la tumba de una mujer”, dice un viejo proverbio japonés, que hace referencia a que se ignora a las esposas y se favorece a las amantes. Para las mujeres japonesas actuales, el matrimonio es la tumba de las carreras que tanto les costó conseguir.

Recordemos que el sexo con otra persona es una necesidad humana que produce hormonas de bienestar y contribuye a que la gente funcione mejor en la vida cotidiana.

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