Síndrome de agujeta muscular

Lo que produce el Síndrome de agujeta muscular es una reacción inflamatoria a microlesiones en los músculos y tendones que se producen por la falta de adaptación al ejercicio

Existe una sensación padecida tanto por atletas de élite como por principiantes. Un conjunto de dolencias conocido como Síndrome de agujeta muscular cuya denominación es de inflamación muscular retardada o dolor muscular post-esfuerzo de aparición retardada, del inglés Delayed Onset Muscle Soroness (DOMS)    

La realización de ejercicio físico conlleva un estado de depresión que comprende la fase de cambios inmediatos donde destacan las variaciones químicas y fisiológicas inmediatas tras el ejercicio y en el reposo, sirviendo también como estímulo para la adaptación, es decir, preparando al organismo para la adaptación al esfuerzo, dando al organismo la capacidad de soportar esfuerzos más intensos, y por lo tanto, aumentar el rendimiento inicial. Este proceso de depresión y la cuantificación de sus repercusiones en el organismo están relacionados con el estímulo estresante, es decir con el ejercicio realizado, durante las últimas fases de una serie de ejercicios y durante el período inmediato de recuperación entre 12 y 48 horas después de una serie agotadora de ejercicios en los dos casos.

La inflamación muscular de aparición retardada es el resultado de las acciones excéntricas, genera tensiones elevadas en el músculo cuya repetición en una persona no entrenada provoca la ruptura de estructuras musculares, en la unión músculo-tendinosas y en los tejidos conjuntivos.

 Esta inflamación se caracteriza por ser un proceso de dolor agudo y difuso muscular. Sensación que aparece debido a la disfunción mecánica y la inflamación, que activarán las respuestas de los nociceptores.

Esta sensación difusa  se caracteriza por dolor muscular durante las primeras 24 horas, alcanzando su pico de dolor entre 24 y 48 horas y descendiendo y remitiendo pasados 5-7 días tras el ejercicio, los síntomas característicos de este fenómeno, la impotencia funcional y el dolor a la palpación está la reducción del rango de movimiento, alteraciones incluso en los patrones de reclutamiento de fibras, con lo que aumenta la posibilidad de sufrir lesiones.

La contracción excéntrica en la que se produce una elongación del músculo simultánea a la contracción, para una misma carga de trabajo, utiliza mucho menos oxígeno, y se reclutan menos unidades motoras, por lo cual va a ser menor el número de fibras que soportan la carga y por lo tanto será mayor la tendencia a lesionarse su unión con el tejido conectivo.

 Se ha hablado del daño muscular y estructural del músculo, pero además existe una pérdida del balance iónico, de inflamación y de dolor el daño muscular.

El mecanismo del daño muscular para explicar la hipertrofia se basa en el aumento la presencia de calcio, incremento del transporte de aminoácidos, algunos mecanismo hormonales y el papel de alguna proteínas estructural tal como la titina y la nebulina.

Si aparecen los síntomas lo más interesante es realizar el mismo ejercicio pero a una intensidad menor al día siguiente, lo cual ejerce un efecto analgésico sobre la molestia e inflamación.

Por otro lado las personas que pretenden desarrollar su masa muscular enfatizan la fase excéntrica de su trabajo contra resistencias puesto que está evidenciado que puede generar un estímulo inductor de la hipertrofia. Debido a que por la gran tensión que genera aparecen más microroturas adaptativos, es decir catabolismo, que servirá de estímulo posterior al de síntesis proteica y por tanto un crecimiento de la sección transversal del músculo.

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