Reparación de fracturas complicadas

Las fracturas complicadas pueden requerir de la colocación de clavos u otros dispositivos para alinear los huesos.

Dependiendo de la complejidad de una fractura, los ortopedistas pueden recurrir a ciertos artefactos para reparar el hueso roto, utilizando placas, tornillos o clavos. Se pueden utilizar injertos óseos para facilitar la cicatrización apropiada o para ayudar en dicho proceso.

Mientras el paciente se encuentra con anestesia general o local se hace una incisión quirúrgica sobre el hueso fracturado. El hueso se coloca luego en la posición apropiada. Se fija con tornillos, clavos o placas de forma temporal o permanente. Los huesos largos se pueden fijar con clavos colocados en la cavidad ósea.

Cualquier vaso sanguíneo roto se liga o se cauteriza. Si se ha perdido mucho hueso debido a la fractura, especialmente si hay un espacio entre los extremos del hueso roto, el cirujano puede decidir hacer un injerto óseo. Estos injertos óseos se pueden llevar a cabo utilizando el hueso del mismo paciente, generalmente tomado de la cadera, o se puede utilizar hueso de un donante.

Si no es necesario el injerto óseo, la fractura se puede reparar por medio de los siguientes métodos:

La reparación quirúrgica se recomienda para casos de fracturas complicadas que no se pueden realinear o reducir por medio de métodos no quirúrgicos. Esto se aplica especialmente en fracturas que involucren articulaciones.

La cirugía con frecuencia permite que los pacientes recuperen el movimiento y cicatricen más rápido que con el tratamiento no quirúrgico. El pronóstico a largo plazo depende de la severidad de la fractura.

Los dispositivos de fijación interna pueden o no retirarse.

La mayoría de las fracturas sanan en un período de 6 a 12 semanas. Los huesos de los niños sanan en forma rápida, generalmente en un lapso de 6 semanas. Sin embargo, en los niños, existe el riesgo de una lesión del cartílago de crecimiento, repercutiendo negativamente en el desarrollo esperado del hueso en cuestión.

Entre las complicaciones más temidas después de una reparación quirúrgica de una fractura, se encuentran las infecciones, tanto locales como de otro órganos y el llamado síndrome compartimental.


Fuente: National Institutes of Health

Deja un comentario