¿Qué nos causa dolor de cabeza?

El tipo más frecuente de dolor de cabeza es el tensional, provocado por contracciones musculares

No hay duda de que el dolor de cabeza es un mal común, pero de forma genérica, se puede hablar de toda molestia o dolor localizado en la región craneal. El dolor de cabeza puede poner de manifiesto una enfermedad importante o, por el contrario, y, afortunadamente, con mucha mayor frecuencia, ser tan sólo una expresión de fatiga, estrés o tensión.

Las causas por las que el dolor de cabeza se produce pueden ser muy variadas,las más frecuentes son:
-Por distensión, tracción o dilatación de las arterias y las venas intracraneales.
-Por compresión, tracción o inflamación de los nervios intracraneales.
-Por contractura o inflamación de los músculos del cráneo y el cuello.
-Por inflamación o lesión de las vértebras cervicales.
-Por aumento de la tensión arterial y por irritación meníngea.

Muchos dolores de cabeza tienen relación directa con determinados acontecimientos biológicos o ambientales. Así, los dolores de cabeza premenstruales están directamente relacionados con la tensión premenstrual y la aparición de edemas, mientras que los ocasionados por las lesiones de las vértebras cervicales son más intensos después de períodos de inactividad.

El dolor de cabeza que padecen los hipertensos tiende a presentarse por la mañana y, el de origen vascular puede estar desencadenado por la tensión y el estrés. Además, el dolor producido por la infección de los senos frontales, es localizado y pulsátil y empeora generalmente al agachar la cabeza, y el de origen ocular se presenta después de realizar un trabajo intenso con los ojos, al leer, ver la pantalla de una computadora o al ver televisión. Existen otros factores que están considerados como desencadenantes del dolor de cabeza: diversos alimentos (chocolate, vainilla, etc.), el frío, el viento, el alcohol y el insomnio.
Debemos recordar que el estrés laboral y emocional influyen también en el desarrollo de las cefaleas, así como la depresión, el aumento de la tensión arterial, la sinusitis, y los estados catarrales y algunas enfermedades oculares como el glaucoma y la iridociclitis. En todo caso, y si los episodios son muy recurrentes, se debe acudir a la consulta de un neurólogo o de un oftalmólogo.

Cada persona percibe de una manera diferente el dolor de cabeza, pues la intensidad del dolor es subjetiva e influye mucho la propia resistencia de cada persona para soportarlo. Las características del dolor de cabeza son muy variables, dependiendo, sobre todo, de su origen y localización, pero se puede decir, de manera general, que la mayoría son constantes, aunque también pueden ser pulsátiles y punzantes. El dolor de cabeza puede ser frontal, occipital, hemicraneano, periocular o en banda.

Para evitar los dolores de cabeza procuremos llevar una vida relajada y metódica, evitar sobrecargas físicas y psíquicas, dormir ocho horas diarias, no ingerir alcohol ni medicamentos sin prescripción médica y evitar el insomnio y el estrés. El tratamiento de las cefaleas de consideración benigna, como es el caso de las migrañas y las cefaleas tensionales, se basa en el uso de fármacos analgésicos.

La aplicación de masajes terapéuticos en la columna cervical y cuero cabelludo también produce buenos resultados. Además, ante crisis muy agudas, lo más recomendable es el reposo en un ambiente tranquilo y bien ventilado, con luz tenue o en la oscuridad. Permanecer prolongadamente frente a la pantalla de la computadores puede ser un factor favorecedor de cefaleas: hay que utilizar, por lo tanto, filtros de pantalla; adoptar una postura cómoda, relajada y no forzada frente a la computadora. No estaría de más la realización de ejercicios de estiramiento tras largas jornadas sentado en la silla.

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