Nuevo tratamiento contra la Hepatitis C

La hepatitis C tiene una forma aguda y otra crónica. La mayoría de las personas que resultan infectadas con el virus contraen la hepatitis C crónica

Expertos anunciaron que a finales de año se prevé la aprobación en México del nuevo tratamiento para combatir la Hepatitis C, a través de inhibidores de proteasa que además de ser efectivos contra la enfermedad reducen el tiempo del método de 24 a seis meses.

Este tratamiento pretende eliminar el virus, reducir los síntomas de la enfermedad y evitar sus complicaciones a través del inhibidor de proteasa, el cual estimula el sistema inmune e interfiere en la replicación viral que llega a ser de millones en un contagiado.

Es de resaltar la importancia de este tratamiento, porque se espera un disparo significativo y preocupante en los contagios, debido a que en la década de los 80 en México se llevaron a cabo transfusiones de sangre sin regulación.

Esa situación es parte del problema que ahora se tiene, ya que 170 millones de personas en todo el mundo están contagiados con la Hepatitis C, que es silenciosa, pero curable si se efectúa un tratamiento adecuado.

De ahí la relevancia de los nuevos métodos de atención como los inhibidores de proteasa, comenta el profesor de medicina y jefe de Gastroenterología y Hepatología de la Universidad de Tulane, Luis Balart, quien comenta que estos procedimientos se llevan a cabo con gran éxito en varios países de Europa, así como en Estados Unidos y Brasil.

Entrevistado en el marco del Noveno Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud, reconoció el avance médico de México, lo que puede hacer más factible que las autoridades aprueben la utilización de estos inhibidores.

Aunque reconoció que el tratamiento es cosotos, considera que eso no impedirá que se impulse en México ante la efectividad de los resultados y la magnitud del problema que se vive y se avecina, lo que representaría menos gasto que los que generan los contagiados.

El Dr. Balart refirió que entre los síntomas que se presentan por el contagio de Hepatitis C se encuentran náuseas, anorexia, fiebre, ictericia, fatiga, orina oscura y deposiciones claras.

Como medidas de sanidad para evitar la transmisión de este padecimiento se recomienda no compartir jeringas, máquinas de afeitar, cepillo de dientes o cualquier otro elemento que pueda contener sangre infectada.

La mayoría de las personas no experimentan síntomas durante la fase aguda de la infección, y de 20 a 30 % de los que sí experimentan síntomas tienden a ser inespecíficos.



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