Las diferencias cerebrales de los adolescentes antisociales

El período de la adolescencia tiene la reputación de ser una época de travesuras y conductas atrevidas, para algunos jóvenes es mucho más problemática

Algunos adolescentes presentan trastornos conductuales, que pueden resultar en comportamientos violentos y delincuencia. Una nueva investigación reveló que los adolescentes con estos comportamientos antisociales agresivos y severos tienen diferencias en su estructura cerebral.

Específicamente, muestran diferencias en la región del cerebro que controla las emociones, dicen los investigadores en laAmerican Journal of Psychiatry

Durante la adolescencia el cerebro continúa desarrollándose y determinados cambios que ocurren en este período, afirman los científicos de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, parecen estar vinculados con los problemas de conducta.

El hallazgo,  cuestiona la idea establecida de que los trastornos conductuales de la adolescencia son sólo una consecuencia de la imitación del mal comportamiento, los trastornos conductuales se caracterizan por un comportamiento cada vez más agresivo y antisocial y pueden desarrollarse en la niñez o en la adolescencia.

En el Reino Unido se cree que estos afectan a 5  de cada 100 adolescentes, los cuales están en un mayor riesgo de desarrollar problemas mentales y físicos en la edad adulta.

Los neurocientíficos de la Universidad de Cambridge utilizaron imágenes de resonancia magnética para medir el tamaño de algunas regiones cerebrales en 65 adolescentes varones con trastornos conductuales.

Estos adolescentes  muestran dificultades para tomar decisiones y parecen estar más dispuestos a tomar riesgos comenta el Prof. Ian Goodyer, Universidad de Cambridge.

Explicó  el Dr.  Ian Goodyer, profesor de psiquiatría de la niñez y la adolescencia, los individuos que participaron en el estudio habían mostrado al menos 12 meses de conductas antisociales, que involucran la violación de las reglas de la sociedad,  roban, mienten, pueden ser violentos, destruir la propiedad ajena o ser destructivos con la gente o los animales. No son conductas que ocurren todo el tiempo, pero son episódicas y surgen durante un periodo prolongado.

Los resultados de los escáneres revelaron que la amígdala y la ínsula, las regiones del cerebro que contribuyen a la percepción de las emociones, la empatía y el reconocimiento de la angustia ajena eran extraordinariamente más pequeñas en los adolescentes con trastornos conductuales.

Cinco de cada 100 adolescentes sufren trastornos de conducta, una parte muy importante de la experiencia es humana es que si miramos el rostro de alguien podemos diferenciar distintas emociones en esa persona, pero estos adolescentes parecen tener más dificultades para poder distinguir distintos tipos de emociones en los demás, también muestran dificultades para tomar decisiones y parecen estar más dispuestos a tomar riesgos.

Según el investigador, ahora será necesario llevar a cabo más investigaciones para analizar si estos cambios en la estructura cerebral son la causa o la consecuencia de los trastornos conductuales.

Es importante conocer más sobre las causas de estos trastornos porque criar a un adolescente con estas conductas, además de enorme impacto emocional, es muy costoso.

Además, presentan un alto riesgo y una carga para la sociedad, porque tienen dos o tres veces más probabilidades de cometer un delito en su vida adulta.


Deja un comentario