La superbacteria SARM es más común en niños tratados con antibióticos

El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM es una bacteria que se ha vuelto resistente a varios antibióticos, primero a la penicilina en 1947, y luego a la meticilina.

Los niños tratados con varios antibióticos recetados son más propensos a albergar la superbacteria SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina),  aunque la infección sigue siendo rara, según revela un estudio del Reino Unido en niños pequeños.

El estudio aporta más pruebas de la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos para reducir el uso de antibióticos. Mientras que las infecciones hospitalarias disminuyeron en los últimos años, no existe la misma certeza en cuanto a la tendencia de las infecciones por SARM adquiridas en la comunidad.

Sigue siendo un problema grave de salud pública, aunque el aumento observado en la última década se habría estabilizado en muchas áreas y hasta habría disminuido en otras, comenta el Dr. Daniel Diekema, experto en enfermedades infecciosas de la University of Iowa.

Recientemente un equipo de Canadá encabezado por el Dr. Samy Suissa, de la McGill University en Montreal. analizó datos de más de 400 consultorios del Reino Unido. Los autores ya habían demostrado que los adultos tratados con varios antibióticos eran más propensos a albergar el SARM con el tiempo, de modo que esta vez se concentraron en los niños con SARM diagnosticados entre 1994 y el 2007.

Detectaron 4,5 casos anuales de SARM por cada 100.000 niños en el Reino Unido, aunque los datos no revelan si los niños tenían infecciones activas o sólo portaban la bacteria en la piel.

Al 53 % de los 297 niños con resultado positivo en el análisis de SARM se le había indicado por lo menos un antibiótico entre 30 y 180 días antes del diagnóstico (se excluyeron los 30 últimos días para garantizar que no se había utilizado un fármaco para tratar el SARM).

Sólo el 14 %  de más de 9,000 niños atendidos por los mismos médicos, pero que no habían adquirido el SARM, había tomado antibióticos previamente.

Tras considerar diferencias entre los dos grupos, la diferencia del riesgo de adquirir SARM se triplicó. Y cuantos más antibióticos habían utilizado los niños, más propensos eran a ser portadores de la bacteria resistente. El grupo al que se le habían indicado cuatro o más antibióticos, por ejemplo, tenía 18 veces más riesgo de adquirir el SARM.

Por otro lado, a casi la mitad de los niños con la bacteria no se le había recetado un antibiótico durante los seis meses previos a detectar la bacteria. Los resultados de los estudiso se publicaron en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

Es una observación curiosa que, esperan, genere estudios sobre el mecanismo de desarrollo del SARM.

Fuente: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine

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