Glaucoma enfermedad asociada a la edad

El glaucoma se produce por un aumento de la presión intraocular, generada por falta de drenaje del humor acuoso

El glaucoma es una enfermedad de la vista asociada a la edad, por lo que a partir de los 40 años pueden captarse indicios que evolucionan y causan ceguera, informó el oftalmólogo del IMSS, Carlos Naranjo Ahumada.

El experto del Instituto Mexicano del Seguro Social destaca que este padecimiento se ubica como la segunda causa de ceguera en el adulto mayor, antecedida solamente por la retinopatía diabética.

Es  una patología degenerativa caracterizada por el incremento en la presión intraocular asintomática en sus fases iniciales, de ahí su fácil progresión a estadios que concluirán con una pérdida de la visión, sobre todo, porque conforme avanza la edad y sin control oftalmológico, el riesgo de daño ocular permanente es mayor.

El médico indicó que en el IMSS el glaucoma representa un importante motivo de consulta, cinco a seis casos semanales corresponden a pacientes que no respondieron a tratamientos previos, consistentes en la administración de gotas oftalmológicas para reducir la presión intraocular, cuando los pacientes llegan al Hospital de Especialidades es porque se trata de casos ya muy complicados y, por tanto, el 100%  requerirá de una intervención quirúrgica para resolverlos.

Destacó que la edad, principalmente, así como la herencia y factores de riesgo como diabetes mellitus, hipertensión arterial, tabaquismo e inclusive la miopía, facilitan la aparición del glaucoma que, por su característico efecto sobre la presión intraocular, llega a dañar el nervio óptico y la retina.

Generalmente el primer síntoma que manifiestan las personas ocurre cuando la enfermedad se encuentra avanzada es un dolor ocular severo, tipo punzante, aunque en un buen número de pacientes la primera manifestación es la pérdida repentina de la visión.

A partir de los 40 años es recomendable acudir a revisión oftalmológica cada dos años y conforme avanza la edad las citas médicas deben ser anuales, en especial a partir de la séptima década de vida, que es cuando con más frecuencia se manifiesta la afección, como la pérdida de visión periférica.

Enfatizó que la revisión oftalmológica es igualmente importante en personas que, al margen de la edad, tengan algún factor de riesgo como padecer miopía, diabetes mellitus o bien, antecedentes familiares de glaucoma.

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